Ciencia y Tecnología
Elon Musk el CEO de Tesla compró Twitter
Elon Musk concretó ayer la compra de Twitter por 44 mil millones de euros (el equivalente a la deuda externa)

Elon Musk, el hombre mas rico del mundo, compro Twitter por u$s 44.000 millones de Euros para tener el 100% de acciones de la empresa. La junta directiva de la red social del Pajarito aceptó la oferta del magnate sudafricano.
Además un nuevo proyecto «cripto» salió a auspiciar la adquisición de la plataforma por parte del CEO de Tesla, y la criptomoneda Elon Buys Twitter (EBT) salto un 6800% en 24 horas. La cripto EBT y su aumento desmesurado, se guía totalmente por las novedades acerca del trato entre Twitter y Elon Musk (cuando la semana pasada realizo su oferta para comprar la red social) y nuevamente el día de hoy (cuando la directiva informó que aceptó el trato)
Antes de que Twitter comunicara que aceptaba la millonaria oferta de Elon Musk, el CEO de Tesla tuiteó: «Espero que incluso mis peores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión».
El empresario de Tesla no aclara las razones de su interés para la adquisición de la red de mensajes, ni cómo cambiará la plataforma. Lo que si sabemos, es que la gran plataforma atrae en especial a dos sectores muy influyentes: políticos y periodistas.
Ciencia y Tecnología
una esfera metálica desconcierta a científicos y despierta teorías sobre su origen
El objeto fue encontrado en Buga y ya está siendo analizado en México. Tiene símbolos extraños y un comportamiento térmico inusual.

La aparición de una esfera metálica desconocida en el municipio de Buga, Valle del Cauca (Colombia), ha generado conmoción entre científicos, investigadores del fenómeno OVNI y la comunidad local. El hecho se reportó a principios de mayo y rápidamente se viralizó gracias a videos difundidos por testigos y medios en redes sociales.
Según relataron habitantes de la zona, el objeto habría caído desde el cielo con movimientos no convencionales. El impacto fue captado por cámaras y compartido ampliamente en plataformas como X (ex Twitter) y TikTok.
Jaime Maussan lidera la investigación
El periodista e investigador mexicano Jaime Maussan, conocido por su trabajo en el programa Tercer Milenio, viajó a Colombia para estudiar el objeto. En sus redes sociales, Maussan lo calificó como “uno de los casos más importantes de la historia” en el ámbito de los fenómenos aéreos no identificados.
La esfera, según describió, es sólida, metálica, porosa y contiene símbolos grabados que incluyen círculos, triángulos con círculos dentro, medias lunas y jeroglíficos desconocidos. Además, presenta un comportamiento térmico anómalo, con variaciones de temperatura constantes que no coinciden con ningún patrón conocido de meteoritos u otros objetos tecnológicos convencionales.
La esfera recuperada en Buga Colombia, sigue asombrando a los científicos, por su comportamiento inusual, ya que demostró que su temperatura es variable en todo momento. pic.twitter.com/l7mgO8GWGe
— Jaime Maussan (@jaimemaussan1) May 14, 2025
Trasladada a México para un análisis más profundo
Para continuar con su análisis, la esfera fue trasladada a México, donde Maussan coordina el trabajo con su equipo y busca el apoyo de científicos estadounidenses. Entre las hipótesis más especulativas, el investigador incluso planteó que podría tratarse de una especie de “chip cuántico” de origen aún incierto.
“No les pido que crean o no crean, solo que sean pacientes. Estamos iniciando una nueva etapa de investigación”, dijo Maussan. También enfatizó que solo quienes han tenido acceso directo al objeto pueden opinar con fundamentos.
¿Campaña publicitaria o fenómeno genuino?
Mientras algunos ciudadanos de Buga aseguran haber vivido fenómenos inexplicables en la zona y creen en un origen extraterrestre, otros desconfían y sugieren que podría tratarse de una campaña publicitaria encubierta, ya que el video fue replicado por cuentas de marketing en redes sociales.
Al momento, ninguna autoridad oficial o institución científica se ha pronunciado formalmente sobre el hallazgo. La incertidumbre y las especulaciones crecen.
¿Un misterio por años?
“Este proceso puede durar meses o incluso años”, advirtió Maussan, señalando que se necesita la intervención de expertos en diversas disciplinas para descifrar el origen y la naturaleza del objeto.
Por ahora, la esfera de Buga sigue siendo un misterio que alimenta la curiosidad, la duda y el asombro de miles de personas alrededor del mundo.
Ciencia y Tecnología
Hallan una ciudad atómica secreta bajo el hielo de Groenlandia de la época de la Guerra Fría
La NASA halló una base militar oculta mientras estudiaba los glaciares: se trata de Camp Century, parte de un proyecto secreto para instalar misiles nucleares en el Ártico

La NASA halló una base militar oculta mientras estudiaba los glaciares: se trata de la ciudad atómica «Camp Century», parte de un proyecto secreto para instalar misiles nucleares en el Ártico
Durante una misión científica de rutina en el norte de Groenlandia, un equipo de científicos de la NASA realizó un hallazgo digno de una serie de ciencia ficción: una base militar subterránea construida en secreto por Estados Unidos durante la Guerra Fría, oculta bajo más de 30 metros de hielo. La instalación, conocida como Camp Century, formaba parte del encubierto Proyecto Iceworm, cuyo objetivo era desplegar hasta 600 misiles nucleares en el Ártico, fuera del alcance soviético.
Un descubrimiento inesperado
El hallazgo fue posible gracias al radar aéreo UAVSAR, desarrollado para mapear el lecho glaciar y predecir el comportamiento de los hielos ante el cambio climático. Sin embargo, durante un vuelo en septiembre de 2024, el equipo detectó estructuras geométricas inusuales bajo la superficie del hielo. Al analizarlas, confirmaron que se trataba de túneles, habitaciones y restos de una ciudad subterránea: Camp Century.
«Fue como descubrir una civilización perdida bajo el hielo», afirmó Chad Greene, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
Camp Century: una cápsula del tiempo de la Guerra Fría
Construida en 1959 con el aval del gobierno danés —que desconocía su propósito militar—, Camp Century se presentó oficialmente como una estación científica para estudiar el hielo polar. Pero en realidad, formaba parte de un ambicioso plan secreto del Pentágono. El Proyecto Iceworm preveía una red de lanzadores de misiles balísticos de mediano alcance, ocultos bajo el hielo ártico.
La base contaba con dormitorios, comedores, laboratorios, talleres e incluso un reactor nuclear portátil, que fue transportado a más de 200 kilómetros sobre el hielo. La red de túneles se extendía por casi tres kilómetros, con capacidad para 200 personas.
Sin embargo, la constante inestabilidad del hielo volvió inviable el plan, y la base se abandonó en 1967. Durante más de medio siglo, Camp Century permaneció sepultada y olvidada hasta que la NASA la redescubrió.
Tensión diplomática y legado ambiental
La revelación del verdadero objetivo de Camp Century en 1996, tras la desclasificación de documentos del Pentágono, generó fuertes tensiones diplomáticas con Dinamarca, que se había declarado territorio libre de armas nucleares desde los años 50.
Según The Wall Street Journal, Camp Century no fue una excepción: durante la Guerra Fría, Estados Unidos llegó a tener 17 bases en Groenlandia, con más de 10.000 soldados. Hoy solo queda activa la Base Espacial Pituffik (antes Thule), con menos de 200 efectivos.
Además del impacto histórico, el hallazgo de esta ciudad atómica, plantea nuevos interrogantes ambientales. Restos del reactor y residuos contaminantes quedaron enterrados bajo el hielo. Con el calentamiento global y el retroceso de los glaciares, existe el riesgo de que estos materiales sean liberados al ambiente, lo que podría representar una amenaza ecológica futura.
De la ciencia al misterio
Lo que comenzó como una misión para estudiar los glaciares terminó revelando uno de los secretos mejor guardados de la Guerra Fría. Camp Century, la ciudad atómica, es hoy mucho más que una base olvidada: es una cápsula del tiempo bajo el hielo, un símbolo de tensiones geopolíticas pasadas y un recordatorio del poder oculto que alguna vez residió en las profundidades del Ártico.
Ciencia y Tecnología
Descubren una pirámide submarina que podría ser más antigua que las de Egipto

Un hallazgo en Japón de la pirámide submarina reabre el debate sobre civilizaciones perdidas y desafía la historia oficial
Un descubrimiento que podría reescribir la historia
Un grupo de investigadores ha reavivado el misterio del Monumento de Yonaguni, una gigantesca estructura submarina de 27 metros de altura hallada en las profundidades del mar, cerca de las islas Ryukyu, en Japón. Se estima que esta formación podría tener más de 10.000 años, lo que la convertiría en una de las construcciones más antiguas jamás encontradas, anterior incluso a las pirámides de Egipto.
El hallazgo, inicialmente realizado en 1986 por el buzo japonés Kihachiro Aratake, presenta características que desafían a la comunidad científica: líneas rectas, ángulos precisos, terrazas, escalones y supuestos grabados en la roca. Por su monumentalidad y diseño, ha sido apodado “la Atlántida de Japón”.
¿Pirámide natural o vestigio de una civilización perdida?
Desde su descubrimiento, el Monumento de Yonaguni ha generado un intenso debate entre expertos. Hay dos posturas principales sobre su origen:
Teoría natural:
Geólogos como Robert Schoch sostienen que las estructuras podrían haberse formado de manera natural, producto de procesos como la erosión marina, actividad sísmica y fracturas geológicas propias de la región. Según esta visión, la apariencia de construcción artificial sería solo una ilusión provocada por las formas geométricas de las rocas.
Teoría artificial:
Por otro lado, investigadores como el geólogo marino Masaaki Kimura y el divulgador Graham Hancock defienden que se trata de una obra humana realizada por una civilización prehistórica desaparecida. Argumentan que la disposición simétrica, las rampas, plataformas y posibles símbolos grabados son demasiado precisos como para ser obra de la naturaleza. Según esta hipótesis, la estructura habría quedado sumergida tras el derretimiento de los hielos al final de la última glaciación.
Un enigma que sigue sin resolverse
A pesar de décadas de estudios, no se han hallado artefactos arqueológicos en la zona que permitan confirmar con certeza el origen artificial del monumento. No obstante, el debate sigue abierto y el sitio continúa atrayendo a científicos, exploradores y curiosos de todo el mundo, fascinados por el misterio.
El investigador Graham Hancock declaró que, de confirmarse su origen humano, “Yonaguni estaría al mismo nivel que Göbekli Tepe en Turquía, y obligaría a reescribir completamente la historia de la civilización”.
El océano, guardián de secretos
La pirámide submarina de Yonaguni nos recuerda que más del 70% del planeta está cubierto por océanos, en gran parte inexplorados. Este hallazgo plantea una inquietante posibilidad: ¿y si existieron culturas avanzadas mucho antes de lo que creemos, cuyos rastros yacen ahora en las profundidades?
Por ahora, el Monumento de Yonaguni sigue siendo uno de los grandes enigmas sin resolver de la arqueología moderna. Un misterio sumergido que desafía nuestras certezas sobre el pasado y deja abierta la puerta a nuevas y sorprendentes revelaciones.
-
Localeshace 7 días
Santa Fe enfrenta una semana de calor intenso y tiempo inestable
-
Espectáculohace 2 semanas
Por qué se separaron Daniela Celis y Thiago Medina: los motivos acá
-
TV Argentinahace 2 semanas
¡ROMPIERON EL AISLAMIENTO! Error en Gran Hermano: Devi y Ulises vieron «Cortá por Lozano»
-
Ahorahace 5 días
Accidente fatal en Los Hornos: un motociclista perdió la vida tras un choque con una camioneta
-
Sociedadhace 2 semanas
Las parejas TIL: una nueva forma de amar
-
Ahorahace 2 semanas
CÓNCLAVE «Con llave» 2025: los cardenales quedaron incomunicados para elegir al sucesor del Papa Francisco
-
Internacionaleshace 7 días
Estambul: sin Putin ni Zelenski, la paz entre Rusia y Ucrania más lejos que nunca
-
Sociedadhace 2 semanas
Mauro Icardi y sus finanzas: «Está gastando de más»