Elecciones 2023
Segundo debate Presidencial en Argentina: estrategias y tensiones
No lograron ofrecer mensajes claros sobre los problemas cotidianos de la gente
El segundo debate presidencial en Argentina se caracterizó por las diferentes estrategias adoptadas por los candidatos y los momentos de tensión en el escenario político. En este artículo, analizaremos los aspectos más destacados de este debate que se llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la UBA.
Bullrich, la agresividad en escena
Patricia Bullrich, candidata por Juntos por el Cambio (JxC), se destacó por su actitud aguerrida en este debate en comparación con su primera actuación en Santiago del Estero. Su equipo de campaña celebró su desempeño, donde lanzó fuertes críticas contra Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria (UP). Bullrich enfocó sus ataques en la corrupción kirchnerista y las asociaciones de Milei con lo que llamó «mafias».
Massa, propuestas y gobierno de unidad
Sergio Massa, por su parte, fue el blanco de las críticas en este debate, especialmente en relación con el caso Insaurralde y Chocolate, así como la situación económica del país. Massa se esforzó por destacar su intención de llevar adelante un gobierno de unidad nacional si resulta elegido presidente, evitando responder a las provocaciones y centrando su estrategia en lanzar propuestas.
Milei, mesura y tonos académicos
Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza (LLA), mantuvo una postura más mesurada en este debate, optando en ocasiones por un tono académico para minimizar riesgos. Su mensaje principal fue que sus oponentes ya habían gobernado y que no se pueden esperar resultados diferentes con los mismos protagonistas.
Schiaretti y Bregman, en sus respectivas líneas
Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País, HNP) se presentó como un candidato enérgico, enfatizando su gestión en Córdoba como ejemplo. Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad, FIT-U) mantuvo su posición segura y punzante, defendiendo las posturas de la izquierda.
A lo largo del debate, se observó una preparación por parte de los equipos de campaña para lanzar frases «picantes» con un enfoque en el diagnóstico y el enfrentamiento, en lugar de propuestas concretas. Bullrich enfatizó la lucha contra la corrupción, mientras que Massa apuntó a captar el voto moderado y Schiaretti criticó la «grieta» política.
En el tema de seguridad, Bullrich destacó su experiencia enfrentando mafias y su apoyo a las fuerzas de seguridad, incluyendo el caso de Luis Chocobar. Massa propuso la creación de un FBI argentino y pidió que los jueces rindieran cuentas, lo que generó una respuesta crítica de Bullrich.
Los cruces entre los candidatos fueron evidentes a medida que avanzaba el debate. Milei acusó a Bullrich de ser una «montonera asesina», lo que generó una respuesta de Bullrich pidiendo evitar los insultos. Los candidatos también se acusaron mutuamente de decir «mentiras».
Sin mensajes claros para la gente
En general, los candidatos se mostraron menos rígidos que en el primer debate, pero no lograron ofrecer mensajes claros sobre los problemas cotidianos de la gente. El debate se centró en la confrontación y la retórica política, en lugar de en soluciones concretas para los desafíos que enfrenta Argentina. El resultado final de estas elecciones presidenciales sigue siendo incierto, pero el debate ha proporcionado un panorama de las estrategias y enfoques de los candidatos.