Mas allá del costo de la importación de la fruta o de la pasta de la fruta, tampoco tienen las maquinarias que permiten procesarlo.
“Nosotros habíamos comprado un refinador para hacer pasta de frutos secos, pero en pocas cantidades”, explicó Fáma.
Aseguran que es por problemas de importación
La razón del racionamiento de pistacho o la no venta del gusto del helado, se volvió popular en los últimos años entre el público heladero. El problema, es que la mayor parte de ese fruto seco se compra en el exterior. Pero con el avance del cepo cambiario, que hace mella sobre las importaciones, el panorama se complicó, al menos desde noviembre pasado.
Pistacho. Fuente: Federico González Rouco / @FGRouco / Twitter
La importación de pistacho se cortó casi por completo a fines del año pasado. De todas maneras desde fines de abril comenzó a intentar reemplazarlo por producción nacional, que comenzó a llegar recientemente.
Se busca una solución para el “cepo al pistacho”. Las restricciones sobre el consumo persisten porque recién comenzaron a llegar los primeros productos de la cosecha local. Además, de las restricciones a la importación también existen inconvenientes para conseguir una máquina que le permita a la heladería producir a mayor escala de la que produce actualmente.
Por otro lado, manifiesta que el pistacho tiene sus detractores y que hoy su heladería, una de las más conocidas de la Ciudad de Buenos Aires, vende prácticamente igual cantidad de dulce de leche que de pistacho.
También hubo problemas con el abastecimiento de sabores como la frambuesa y el maracuyá porque dependen de producciones importadas. En el caso del cacao, el insumo que se utiliza para hacer helado de chocolate, no hay problemas de stock. Pero Famá detalló que hoy el producto se cobra “al valor del dólar blue”, es decir, un precio más cercano a los $500 que a los $230 (el dólar oficial).
Según explicaron abogados aduaneros, la posición arancelaria de los pistachos fue agregada a las que requieren giros de dinero a 180 días. Un plazo que complica la relación con los proveedores para los importadores argentinos y que forzó a muchos a utilizar divisas propias para poder ingresar productos al país.
Algo similar ocurre en todos los rubros. Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) de esta semana, el 55% de los comercios pyme consultados manifestó que tiene dificultades para abastecerse de mercadería en abril.
“A partir de noviembre empezó a faltar el pistacho. La mayoría de las heladerías utilizan un pistacho siciliano que venía a cuentagotas. Por esta razón tuvimos que llevarlo a un consumo per cápita de un cuarto de kilo por persona porque venia mucha gente a querer llevarse un kilo o dos de pistacho y dejaba a las otras personas sin poder llevar”, explicó Famá.
Semillas de pistacho
“A fines de abril comenzó la cosecha de pistacho y bueno ahora estamos produciendo nuestra propia pasta con pistachos 100% nacionales y estamos muy orgullosos del producto que estamos vendiendo”, explicó.
Famá dijo que los pistachos que se usan para la materia prima son de San Juan. Gracias a mucha experimentación y tras realizar distintos grados de tostados, encontraron la fórmula para hacer una buena pasta de pistacho.
Sin embargo, pese a que en Argentina se producen buenas cantidades de pistachos todavía hay heladerías que no tienen ese sabor. Esto se debe, una vez más, a problemas con las importaciones.
Mas allá del costo de la importación de la fruta o de la pasta de la fruta, tampoco tienen las maquinarias que permiten procesarlo.
“Nosotros habíamos comprado un refinador para hacer pasta de frutos secos, pero en pocas cantidades”, explicó Fáma.
Cuando lograron el producto que estaban buscando quisieron comprar un molino más grande para poder hacer pasta de pistacho en cantidad, pero estos molinos también son importados y cuando quisieron comprarlo se encontraron con un obstáculo más. “No están entrando los molinos”, se lamentó Famá.
Ailing Hou, de Beijing, viajó a la Argentina con una única misión: dar con el joven argentino que la protegió de una agresión en el estadio de Miami. Finalmente, lo encontró.
Ailing Hou tiene 24 años, nació en Beijing y es fanática del fútbol argentino desde que vio a Lionel Messi en el Mundial de Sudáfrica 2010. Su amor por la Selección y la cultura del país la llevó a vivir una historia que parece de película: cruzó medio mundo para encontrar al joven argentino que la defendió durante la final de la Copa América 2024 en Miami, y lo logró.
Todo comenzó el 14 de julio de 2024, cuando Ailing Hou viajó con una amiga a Estados Unidos para asistir al partido entre Argentina y Colombia en el Hard Rock Stadium. Lo que prometía ser una experiencia inolvidable se tornó tensa cuando fueron hostigadas por un grupo de hinchas colombianos. Según relató, las insultaron con gestos racistas y quisieron quitarles los asientos que habían comprado desde China.
Fue entonces cuando apareció un joven argentino que, sin conocerlas, se interpuso y las defendió. Se enfrentó a los agresores, buscó seguridad y logró que los expulsaran del estadio. Ailing solo alcanzó a sonreírle y tomarle una foto. No pudo preguntarle su nombre, ni su Instagram. Pero esa acción le cambió la vida.
Convencida de que debía agradecerle, volvió a Argentina por segunda vez —la primera había sido en marzo— decidida a encontrarlo. Recorrió estadios como los de River, Boca y Vélez; visitó las oficinas de la AFA con una carta en mano; contactó a periodistas y mostró la imagen borrosa que había logrado durante el partido. La historia se viralizó, y el milagro ocurrió.
Dos días después de la publicación de la nota en el diario Clarín, llegó un correo electrónico: “Soy el papá del chico de la nota. Te dejo mi número”. El círculo se cerraba.
El joven era Antonio Villalón, santafesino de 17 años, estudiante secundario en Santo Tomé. Cuando recibió la nota, reconoció enseguida la historia: “Apenas vi la foto, supe que era ella. Recuerdo todo muy claro”, contó. En un acto espontáneo, y acompañado por su madre, Antonio no dudó en intervenir ante la injusticia que presenciaba. “Nunca me sentí un héroe”, dijo con humildad.
La conexión entre ambos renació a través de redes sociales. Antonio, que hoy habla inglés tras haber estudiado en Nueva York, se comunicó con Ailing por Instagram. Ella lo invitó a ver juntos el próximo partido de la Selección y también le propuso algo inesperado: viajar a China, con todos los gastos pagos, para conocer su país y agradecerle en persona.
Aunque el reencuentro en Argentina se demorará unas semanas por el regreso de Antonio a clases, ambos están en contacto y planean verse pronto. “Ella claramente pertenece a otra cultura. No es una historia de amor, sino una necesidad de agradecer”, explicó él.
Ailing dejó en claro desde un principio que su objetivo no era sentimental: “Solo me gustaría ser su amiga”, dijo. En su cultura, el agradecimiento es una forma profunda de reconocimiento. Y su deseo es compensar el gesto que vivió en uno de los momentos más difíciles de su vida.
“Sería un sueño para mí y sentiría que ya no estoy en deuda”, expresó. Gracias a la solidaridad espontánea de un joven argentino, Ailing pudo ver la final tranquila y, un año después, cerrar una historia tan real como extraordinaria.
(Fuente Clarín)
El personaje de Krypto, inspirado en un perro real rescatado por James Gunn, generó una ola de búsquedas y posibles adopciones en todo el mundo
La nueva película de Superman, Krypto dirigida por James Gunn y protagonizada por David Corenswet, no solo trajo de regreso al icónico héroe de capa roja, sino que también encendió una ola de ternura y conciencia animal en todo el mundo. Según la app de entrenamiento canino Woofz, las búsquedas en Google relacionadas con adopciones de perros crecieron más de un 500% durante el fin de semana de su estreno. La causa tiene nombre: Krypto, el inseparable compañero canino del Hombre de Acero.
Krypto, que en esta versión cinematográfica tiene un carácter más desobediente pero entrañable, fue modelado a partir de un perro real: Ozu, el rescatado personal de James Gunn. El director lo adoptó mientras escribía el guion y decidió convertirlo en la fuente directa de inspiración para el personaje, que mezcla travesuras, lealtad y un amor incondicional que resuena con el público.
La historia de Ozu es casi tan increíble como la de cualquier superhéroe. Fue rescatado junto a otros 60 perros y, al momento de la adopción, tenía apenas ocho meses. Desconfiado de los humanos, no permitía que lo tocaran y solía destrozar todo a su paso: desde una computadora de 10 mil dólares hasta basura doméstica. En una entrevista con The New York Times, Gunn confesó que muchas de las travesuras de Ozu —como comerse un tampón y terminar en el veterinario— terminaron influyendo en el carácter rebelde de Krypto.
Pero la conexión fue más profunda: “Recuerdo que pensé: ‘Dios mío, ¿qué tan difícil sería la vida si Ozu tuviera superpoderes?’”, relató Gunn. Así nació Krypto, y con él, la historia completa del nuevo Superman comenzó a tomar forma. En palabras del director: “A medida que Ozu cambiaba mi vida, Krypto cambiaba la historia”.
El proceso técnico detrás de Krypto fue meticuloso: se escaneó en 3D el cuerpo de Ozu y se alteró digitalmente el color de su pelaje, de gris a blanco. Las escenas más naturales de juegos y saltos están basadas en grabaciones reales entre Ozu y un gato, lo que dio lugar a un Krypto creíble y conmovedor. En el set, quien dio cuerpo a Krypto fue en realidad Jolene, una perra blanca especialmente elegida por su habilidad para trabajar con el equipo de iluminación.
“Históricamente, Krypto es un perro blanco genérico, a veces es un labrador, un pastor blanco, un husky o un dálmata. Pero es un extraterrestre, así que no sería necesariamente ninguna de estas cosas”.
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Las cifras hablan por sí solas: la búsqueda de “adoptar un perro cerca de mí” creció un 513%, y la de “adopción de perro de rescate”, un 163%, según datos de Woofz. Todo esto ocurrió apenas en los días posteriores al estreno. Para muchas organizaciones, esto representa una oportunidad única: más personas están considerando adoptar en lugar de comprar, y miles de perros en situación de abandono podrían finalmente encontrar un hogar.
James Gunn se mostró profundamente emocionado con el impacto:
“Esta película ha sido una lluvia de bendiciones para mí: esta puede ser la mayor. Ozu no tiene idea de todo esto, pero si lo supiera, estaría orgulloso”.
Lejos de ser solo un personaje simpático, Krypto se convierte en símbolo de un vínculo poderoso: la capacidad de los animales rescatados de transformar vidas. Su rebeldía no lo aleja de Superman, sino que fortalece el lazo entre ambos. Como señaló Gunn:
“El hecho de que sea revoltoso hace que su lealtad sea aún más importante”.
Ese mensaje caló hondo: la figura del perro no domesticado pero profundamente fiel conecta con millones de personas que entienden que la adopción no es un acto de caridad, sino una forma de construir una familia.
El alto precio generó polémica, por persona cuesta 6.390 dólares
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