Música
Hoy se cumplen 31 años de la muerte de Freddie Mercury
En el día de su aniversario hacemos un recorrido por sus canciones más memorables
Hoy se cumplen 31 años de la muerte de Freddie Mercury. El gran icono de la música que falleció el 24 de noviembre de 1991, a los 45 años, víctima de complicaciones derivadas del sida.
Su imagen quedó cristalizada. Freddie Mercury quedó cincelado en el imaginario colectivo es el de sus últimos años de apogeo con Queen, el cantante y showman que deslumbraba al mundo, el del Live Aid, las giras globales, el monstruo que llenaba el escenario, el que hacía que estadios enteros centraran su vista en él sin necesidad de parafernalia ni fuegos artificiales.
Con una voz que la ciencia se encargó de explicar, entrega y un manejo escénico descomunal.
En sus años más esplendorosos, en aquellos en que la chispa creativa de Freddie y de todo el grupo era más brillante, ni Queen ni su cantante recibieron el favor de la crítica especializada.
Había algo en su teatralidad, una combinación de potencia y exhibición, en el éxito y el riesgo que no los terminaba de acomodar en ninguno de los casilleros disponibles.
La vida de Freddie Mercury tuvo de todo.
Éxito, drama, amor, polémicas, sufrimiento y una muerta lenta, secreta y atroz.
Queen en sus primeros años. La gran explosión de la banda llegaría con el álbum Una Noche en la Ópera (Photo by Michael Putland/Getty Images)
Su infancia y su familia:
El 5 de septiembre de 1946 Farrokh Bulsara (Freddie) nació en Zanzíbar. En ese momento fue un protectorado británico y ahora es territorio de Tanzania. La familia vivió unos años en Inglaterra, otros en India hasta que regresaron a Zanzíbar. Farrokh tocaba el piano y en la escuela sus maestros reconocieron su vocación.
La madre le pedía que se escondiera, que entrara por la puerta de atrás: las visitas no tenían que verlo. Unos años después, el planeta entero lo miraba y millones lo imitaban. Y la madre empezó a contarles a todos los vecinos que ese era su hijo. Él no había cambiado demasiado. La personalidad exuberante, las uñas pintadas, los atuendos estrafalarios, la vocación por hacerse notar. Los que habían cambiado eran los otros.
En 1964 una revolución en la inestable Zanzíbar hizo que los Bulsara emigraran definitivamente. Se radicaron en Londres. Allí Farrokh se convirtió en Freddie. Estudió artes y diseño gráfico y buscó bandas y lugares en los que desarrollar su vocación musical.
Hacía covers de canciones de Cliff Richards e integró Ibex, una banda que quería emular a Cream. Su compañero de habitación era Tim Staffel. Era el cantante y bajista de otra banda, Smile.
Con un nuevo cantante, y en busca de un bajista, la banda era otra y por lo tanto necesitaba también un nuevo nombre. Freddie propuso: Queen.
Al ver el gesto receloso de los otros, se apresuró a justificar su elección:
“Es un nombre que tiene que ver con la realeza, es universal, contundente, musical, inmediato y, principalmente suena espléndido”, dijo.
Roger Taylor contó que al principio creyó que era una broma, que la connotación gay era demasiado evidente. Pero Freddie expuso sus argumentos seductoramente y los convenció.
Fue la primera de muchas batallas que ganaría.
Freddie junto a Brian May (Photo by Koh Hasebe/Shinko Music/Getty Images)
Freddie se convierte cambia su apellido:
Freddie cambió su apellido original por Mercury. Le pareció que era más acorde a una estrella. Algo que siempre tuvo la convicción que llegaría a ser. Una compañera de estudios, Audrey Maiden, contó que a los veinte años en cada formulario que llenaba, cuando le preguntaban la profesión, Freddie escribía músico. “No importa si no es verdad todavía, muy pronto lo será”, decía él.
El 27 de junio de 1970 Queen tocó por primera vez en público. La primera canción que se escuchó, según algunos de los testigos, fue Stone Cold Crazy. En ese tiempo el repertorio fue integrado por canciones de Smile, algunas propias y varios covers. Esa noche demostró que tenía un carisma especial. Más allá de algunos pifies técnicos y varias inconsistencias, su presencia escénica era llamativa.
No nació para pasar inadvertido. “Fue la primera vez que cantó con nosotros. Pero parecía que que nació sobre un escenario. Cantaba bien, claro. Pero lo sorprendente era todo lo otro. Era mucho más que un cantante. Era un performer” rememoró Roger Taylor.
Tardaron dos años en grabar su primer disco cuyo título era sólo el nombre de la banda. La tapa, toda una declaración de principios. Un seguidor iluminando a Freddie en escena, algo de humo, el gesto teatral, los brazos levantados y el micrófono de pie en una mano. Una imagen exuberante para que nadie se sorprendiera con lo que iba a encontrar. O, tal vez, una profecía de lo que sería su carrera.
El quiebre, el momento de la explosión definitiva, en el que todo tomaría otra dimensión, llegó cinco años después del debut con el lanzamiento de Una Noche en la Ópera.
El álbum fue un suceso extraordinario. Sin lugar a dudas, lo que consiguió instalar definitivamente a la banda fue Rapsodia Bohemia, un tema que representó al grupo de una manera cabal.
Ambición, ideas, exuberancia, personalidad. No aceptaron sacar el tema como single editado y acortado. Ese debía ser el sencillo de promoción y debía durar más de seis minutos.
Asimismo, los ejecutivos de la discográfica consideraron un suicidio editar el tema.
Por eso motivo se preguntaron: “¿Qué radio va a pasar una canción de 6 minutos?”
Y la respuesta fue: todas y durante más de cuarenta años:
«… Mamma ohhh ohhh, Galileo, Scaramouche…», ópera, solo de guitarra imbatible, balada, historia de un asesinato, ausencia de estribillo, sobregrabaciones: una canción inmortal.
“Desde el principio fue como su pequeño bebé. Freddy siempre supo que quiso, hacia donde iba con la canción. Nosotros sólo ayudamos a llevarla a buen destino”, contó Brian May. El riff de guitarra de May también fue ideado por Freddie. En un piano le mostró lo que quería para esa sección de la canción.
En el mismo disco hay otra gran canción firmada por Freddie que tiene una historia particular:
«Love of my Life»
Es una balada que algunos dicen la escribió pensando en Mary Austin, su novia eterna. Otros que está dedicada a David Minns, manager del cantante Eddie Howell. Minns fue uno de los tantos amores de Freddie.
El tema, tiene una preciosa parte de arpa por parte de Brian May. Al principio pasó tan desapercibido que Queen durante las dos giras siguientes no la tocó en sus shows en vivo.
Posteriormente luego de un nuevo arreglo de May, en el que Freddie con el piano y él con la guitarra quedaron solos en el escenario se convirtió en una de las favoritas del público.
Taylor contó asombrado como en Argentina esa parte fue la más emotivas de sus recitales.
La canción -y su versión en vivo- ya eran conocidas porque estaba incluido en Live Killers.
Mary Austin fue su novia durante seis años.
Pero la amistad entre ellos duró hasta el final. La relación está bien mostrada en Bohemian Rhapsody.
A mediados de los setenta, él le confesó: su homosexualidad. El cariño, el vínculo y la amistad sobrevivió a la revelación. Freddie decía en cada oportunidad que se presentaba que Mary era su única amiga verdadera. A ella le contaba sus secretos más íntimos y era de la única persona que escuchaba consejos. Mary cuidó a Freddie a lo largo de su convalecencia final. Freddie le dejó su fortuna y confió en ella la decisión de todos sus asuntos finales (el destino de sus restos) y póstumos.
Otro de los amores de Freddie fue Paul Prenter trabajaba en una radio de Belfast. Pasaba discos de soul y oldies por las noches. En 1975 conoció a Freddie Mercury. Las circunstancias del primer encuentro son difusas. Hay quienes aseguran que se conocieron en un bar, en una de las habituales incursiones nocturnas de Freddie; mientras que otros sostienen que primero se convirtió en asistente del manager de la banda y así se produjo el primer acercamiento. Con el tiempo Prenter, fue su amante, su asistente personal y luego se convirtió en manager.
Ambos tenían un cierta similitud física.
Brian May, el guitarrista de Queen, pone sobre Prenter la carga más pesada de las malas decisiones del grupo a principios de los ochenta. No es extraño, entonces, que la película centre todos los males de la banda en su persona dado el rol fundamental de May en la misma.
Prenter, además de por su relación íntima con Mercury, consiguió su lugar como manager al delatar frente a los otros tres miembros del grupo que el anterior encargado de los negocios de Queen, John Reid, negociaba conseguir un disco solista para Mercury. Paradójicamente, seis años después, fue Prenter el que firmó un muy beneficioso acuerdo de varios millones de dólares para la aventura solitaria de Mercury. El disco se llamó Mr. Bad Guy y no tuvo demasiada repercusión.
En mayo de 1987 Freddie Mercury ocupó la portada de los diarios sensacionalistas ingleses por varios días, fue Prenter que vendió a su viejo amigo por 32 mil libras de la época.
Primero llevó a la tapa la noticia de que dos de los amantes de Mercury habían muerto de SIDA.
Al día siguiente la portada se cubrió con un textual de Prenter: “Es más fácil que Freddie camine sobre las aguas que verlo salir con mujeres”.
Ese día también contó que Freddie tuvo su primera relación homosexual a los 14 años en la India mientras cursaba sus primeros años en el colegio secundario y que en las giras continuaba de fiesta todos los días hasta las 7 de la mañana y siempre conseguía algún hombre con quien dormir. “Odiaba dormir solo”, dijo Prenter. El tercer día fue el golpe de gracia: Título con letra catástrofe, “All the Queen’s men” y una doble página con decenas de fotos de Mercury abrazado con distintos hombres.
En 1985 Freddie comenzó una relación con Jim Hutton, su última pareja. Con él y con el diagnóstico de la enfermedad, Freddie se refugió en el trabajo y en su grupo. Los últimos años grabaron frenéticamente. Todos sabían que quedaba poco tiempo.
La Rolling Stone llegó a decir que Queen fue la primera banda verdaderamente fascista.
¿Cuál era el género de Queen?
Incursionaron en el Heavy Metal, en el vaudeville, el pop, lo operística, la balada, el glam y una decena de estilos más. A veces intentaban hacerlo todo a la vez. Bordeaban la frontera de lo bizarro pero superaron el desafío a fuerza de talento, desparpajo y una demencial confianza en sí mismos. El encanto de lo excesivo representado en la magnética figura de su cantante. Pero no sólo se trató de la inmensidad escénica de Mercury.
La versión de Radio Ga Ga de Queen
El público, en cada uno de sus conciertos se convertía en el coro más grande del mundo. Con juego de luces, un sonido de una potencia infernal, escenografía, cambios de vestuario, diseño de escenario, lenguas de fuego. Era un espectáculo que conducía un showman único, un encantador de multitudes.
Uno de las cumbres de sus presentaciones en vivo fue la célebre presentación de 1985 en el Live Aid.
Poco más de un cuarto de hora que subyugó y terminó de cimentar el mito. 16 horas. Dos estadios. Más de 50 súper estrellas del rock. 1.500 millones de espectadores. Cientos de millones de dólares de recaudación. Más de 150 países conectados. 16 horas de televisación ininterrumpida. Un músico alcanza la canonización. Sobresale en esa aglomeración de talentos. Es Freddie Mercury.
Bob Geldof, el organizador del evento benéfico televisado globalmente, dijo: “Fue el escenario perfecto para Freddie, la medida exacta para él: el mundo entero”
Hay artistas que logran que una imagen se convierte en icónica. Para él decenas de looks. Ninguno para pasar inadvertido: Originales, estentóreos, inolvidables, recordándonos siempre que él era una estrella y que todo se trataba de un show, un gran show.
Al año siguiente, Queen realizó su última. Después primó el hermetismo y el trabajo en estudio.
A fines de los ochenta el deterioro físico de Mercury era evidente. Perdía peso y energías y sus apariciones públicas eran cada vez más escasas. Los rumores sobre la salud de Freddie se amontonaban en los diarios. En agosto de 1991, mientras los periodistas buscaban que alguna enfermera les diera información sobre la salud de Mercury. Pero se les pasó la noticia que Paul Prenter falleció como consecuencia del SIDA. Solo, abandonado, sin dinero y sin siquiera conseguir la atención final de la prensa que buscó con denuedo.
Tres meses después, el 23 de noviembre de 1991, el agente de prensa de Freddie Mercury dio a conocer un escueto comunicado que confirmaron los rumores y los peores temores de los fans: “En virtud de las enorme atención que la prensa brindó al asunto en las últimas dos semanas, deseo confirmar que dió positivo de HIV y que por lo tanto padezco de SIDA. Creía adecuado mantener en secreto esta situación hasta la fecha para conseguir la tranquilidad de quienes me rodean. Pero llegó el momento para que mis amigos y fans de todo el mundo conozcan la verdad y junto a los doctores me ayuden en la batalla contra esta terrible enfermedad”.
No hubo demasiado tiempo para conmociones. Era otra época y las noticias corrían más lento. Al día siguiente, el 24 de noviembre de 1991, Freddie Mercury moría en su mansión.
Freddie Mercury cumpliría 76 años: el homenaje a su figura que más se está recordando estos días
Música
Abel Pintos reflexiona sobre la llegada de Rosario, su tercera hija
Abel Pintos celebra la llegada de su tercera hija, Rosario, y reflexiona sobre el significado de la familia en su vida
Música- El 12 de septiembre, el reconocido cantante Abel Pintos y su esposa, Mora Calabreses, dieron la bienvenida a su tercera hija, Rosario. Con la alegría a flor de piel, Pintos compartió su experiencia y emociones tras el nacimiento de su nueva integrante familiar, reflexionando sobre el profundo significado que tiene para ellos.
En una reciente declaración, Abel Pintos expresó que la llegada de Rosario simboliza la consolidación de su familia. «Nosotros como familia tratamos de hacer una lectura de las cosas y entendemos que ya estamos constituidos. Lo hablamos en casa y todos estamos conectados con eso», afirmó. Esta conexión familiar se convierte en un pilar fundamental en la vida del cantante, quien resalta que la llegada de un nuevo hijo no es solo una experiencia llena de ternura, sino que también refuerza su identidad como familia.
El cantante también compartió una preocupación que estuvo presente en sus pensamientos. Todos sus hijos han llegado al mundo a través de cesáreas, y los médicos han aconsejado a la pareja que no continúen con el proceso de embarazo debido a los riesgos que podría implicar tanto para la madre como para el bebé. Pintos mencionó que la salud de Mora y de sus hijos es una prioridad, y su decisión está fundamentada en la búsqueda del bienestar familiar.
«Ella nos aportó lo identitario como familia…»
La alegría de ser padres no es nueva para la pareja. Abel y Mora ya son padres de Agustín, nacido en 2020, y de Guillermina, la hija que Mora tuvo en una relación anterior, pero que Abel adoptó como propia. «Ella nos aportó lo identitario como familia y es la conclusión de una etapa», destacó el cantante sobre la llegada de Rosario. Este nuevo capítulo en sus vidas representa no solo la adición de un nuevo miembro, sino también un cierre simbólico de una etapa significativa en su vida familiar.
Abel Pintos sobre su hijo Agustín
Pintos también se refirió a cómo Agustín está viviendo este cambio. «A Agustín no le vemos señales de celos ni de demandar más atención. Está expectante, observa desde afuera y tiene este sentido de la delicadeza de no saber muy bien cómo relacionarse con su hermana», explicó. Agustín está en un momento de descubrimiento, preguntando y entendiendo el nuevo rol que ocupa como hermano mayor, lo que lo hace estar especialmente enérgico y emocionado.
En las últimas horas, Abel Pintos ha estado trabajando en una nueva colaboración musical junto a Emanero y The La Planta. A pesar de sus compromisos laborales, el cantante se muestra entusiasmado y agradecido por esta nueva etapa de paternidad, que sin duda marcará un hito en su vida personal y profesional. La llegada de Rosario no solo suma alegría a su hogar, sino que también refuerza los lazos familiares que caracterizan la vida de Abel Pintos y Mora Calabreses.
Música– La cantante Emilia Mernes, oriunda de Entre Ríos, sigue consolidando su carrera en la música pop con su exitoso .mp3 Tour. Este sábado, la artista sorprendió a sus seguidores al anunciar una tercera fecha en el estadio de Vélez Sarsfield, tras agotar las entradas para los conciertos del 12 y 13 de octubre. El nuevo show tendrá lugar el viernes 18 de octubre, lo que desató una oleada de alegría entre sus fanáticos, quienes rápidamente hicieron tendencia el anuncio en las redes sociales.
“Nos vemos el 18 de octubre en el tercer Vélez”
La noticia fue revelada a través de un video en su cuenta de Instagram, donde Emilia se muestra caminando por el césped del estadio José Amalfitani, con una mirada emocionada que recorre los cuatro costados del lugar. “Nos vemos el 18 de octubre en el tercer Vélez”, dice la cantante mirando a cámara, mientras una toma aérea tiñe las tribunas de lila, color que refleja su último trabajo discográfico.
«Escribo esto con los ojos llorosos y un poco shockeada», expresó Mernes en su posteo. Agradecida por el apoyo de sus seguidores, agregó: «Pedido por ustedes, estoy enormemente agradecida con todos por el cariño infinito y por permitirme regalarles este tour .mp3 otra noche más. ¡Nos vemos dentro de muy poquito, los amo para siempre!». La publicación no tardó en llenarse de comentarios y reacciones positivas celebrando la noticia.
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Tercer Vélez para Emilia
Con este tercer Vélez, Emilia sigue sumando hitos en su carrera. En 2023, logró agotar diez fechas consecutivas en el Movistar Arena, además de llevar su música por diferentes países como España, México y Paraguay. Los tickets para el nuevo show en Vélez estarán disponibles a partir del lunes 7 de octubre a las 12 horas, a través de la plataforma Entrada Uno.
El álbum .mp3, que le ha permitido mantenerse en la cima de la escena musical de habla hispana, debutó como el álbum femenino global número 1 y alcanzó el cuarto lugar en la lista global de Spotify. Además, nominaron a la cantante al Latin Grammy en la categoría de mejor álbum vocal pop, consolidando su éxito en la industria musical.
En lo personal, Emilia atraviesa un gran momento, tanto en su relación con el cantante Duki como en su vida profesional, dejando atrás algunos problemas de salud que enfrentó en shows anteriores y desmintiendo rumores sobre un posible embarazo.
Música
Lady Gaga, «Mother Monster is back»
Lady Gaga interpreta ‘Happy mistake’ en Jimmy Kimmel Live!
El 4 de octubre llega a las salas de cine la esperada secuela Joker: Folie à Deux, donde Lady Gaga comparte protagonismo con Joaquin Phoenix, retomando el icónico papel del Joker. Pero eso no es todo: la artista neoyorquina ha lanzado un disco especial, Harlequin, como complemento al filme, en el que explora en profundidad el lado musical de su personaje, Harley Quinn. Este trabajo marca el regreso de Gaga a sus raíces más teatrales y dramáticas, un hecho que muchos han celebrado bajo el lema: «Mother Monster is back».
El 27 de septiembre, Gaga sorprendió a sus fans con el lanzamiento de Harlequin, un álbum que ya está dando mucho de qué hablar. La estrella pop, conocida por su versatilidad y su capacidad para reinventarse, vuelve a sorprender con un proyecto que no solo acompaña la película, sino que se presenta como una pieza fundamental en su nueva etapa artística. El tema “Happy Mistake” destaca entre las canciones originales del disco y ya se perfila como una de las favoritas tanto de críticos como de seguidores.
Lady Gaga: Happy Mistake
Para promocionar tanto la película como el disco, Gaga se presentó en el programa Jimmy Kimmel Live! donde interpretó en directo “Happy Mistake”. La actuación fue una auténtica demostración de su compromiso con el personaje de Harley Quinn, sumergiéndose completamente en su papel y brindando una puesta en escena impactante que ha dejado a todos con la boca abierta.
En el show de Kimmel, Gaga ofreció una performance cargada de dramatismo, algo que sus fans han aplaudido con entusiasmo. Vestida con un atuendo que evoca el espíritu de Harley Quinn, Gaga cantó con intensidad, mientras la letra de «Happy Mistake» resonaba en el escenario. La canción, que habla de intentar arreglar los pedazos rotos de una vida marcada por errores y espejos quebrados, se ha convertido en un símbolo de su transformación artística. A través de versos como “I can try to hide behind the makeup, but the show must go on” («Puedo intentar esconderme detrás del maquillaje, pero el espectáculo debe continuar»), la cantante parece estar enviando un mensaje sobre la lucha interna de su personaje y, quizás, sobre su propia evolución personal y profesional.
La estética visual de Harlequin mantiene una conexión directa con la película. Todd Phillips, director de Joker: Folie à Deux, ha creado una atmósfera donde el drama y la música se entrelazan de manera única, lo que ha permitido a Gaga lucirse tanto en la pantalla grande como en este nuevo proyecto musical. El hecho de que la película sea un musical potenció las habilidades vocales y artísticas de Gaga, demostrando, una vez más, por qué es una de las figuras más polifacéticas de la industria.
El disco Harlequin
El disco Harlequin fue muy bien recibido por los críticos, quienes elogiaron la manera en que Gaga logro entrelazar la música con el personaje de Harley Quinn. La cohesión entre ambos mundos ha sido vista como una de las principales fortalezas de este proyecto, posicionando a Gaga como una de las artistas más innovadoras de la actualidad. Y mientras tanto, los fans de la cantante están encantados de ver el regreso de «Mother Monster», nombre con el que sus seguidores más fieles la identifican, especialmente cuando se embarca en proyectos tan ambiciosos como este.
La película Joker: Folie à Deux promete ser un éxito de taquilla, y el complemento musical que ofrece Harlequin agrega una dimensión aún más fascinante al proyecto. Lady Gaga no solo demuestra su talento como actriz en este nuevo largometraje, sino que también reafirma su posición como una de las cantantes más influyentes de su generación. Con la fuerza de canciones como «Happy Mistake», queda claro que Gaga ha vuelto para quedarse, y lo hace de la manera más grandiosa posible: como Harley Quinn, como Mother Monster, y como una artista en su mejor momento.
Este octubre, el mundo podrá disfrutar tanto de la película como del disco, y está claro que Lady Gaga está lista para dominar la temporada, tal como lo ha hecho en tantas ocasiones antes. Mother Monster is back, y no podríamos estar más emocionados.
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