Ciencia y Tecnología

Enfriar tus cervezas en cinco minutos y sin congelador es posible con este truco

Este truco milenario te permite enfriar tus cervezas en apenas cinco minutos, y solo necesitas tres ingredientes. Ninguno de ellos es un congelador.

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Con este truco podrás enfriar tus cerveza en 5 minutos. ¿Qué ingredientes necesitas? Pues bien, deberás disponer de hielo, agua y una buena cantidad de sal. Nada demasiado complicado. Una vez tengas todo a la mano, sigue el procedimiento para enfriar tus cervezas en cinco minutos.

El primer paso será meter tus cervezas al cubo o nevera portátil. Posteriormente, añade una buena cantidad de hielo -mientras más, mejor, ya que el proceso será más rápido-. Ahora, agrega agua hasta que todas las bebidas hayan quedado bien cubiertas. Por último, pero muy importante, echa la sal dentro del contenedor. Este último ingrediente es el que hará la diferencia en el procedimiento.

A partir de este momento solo te queda esperar unos cinco minutos hasta que tus cervezas se enfríen. Este número no es una regla, así que podría tardar más e incluso menos. Todo dependerá de cuánto hielo, sal y agua en la mezcla, así como también de la cantidad de bebidas que hayas metido. Mientras más haya dentro del cubo, mayor será el tiempo requerido para que se refrigeren.

¿Por qué la sal puede enfriar tus cervezas?

La razón por la que se debe incluir sal en este método es muy sencilla. Para disolverse correctamente, la sal necesita de calor. Por esto, al añadir un puñado a tu mezcla, absorberá el calor de las bebidas que hayas depositado dentro del contenedor. Así, el frío del hielo puede hacer efecto sin tanto trabajo, enfriando tu cerveza mucho más rápido. Algo muy parecido a si encendieras tu aire acondicionado en una habitación previamente fresca.

Esta premisa hace que la sal sea el ingrediente perfecto para enfriar tu cerveza rápidamente, incluso si dispones de un congelador. En este caso, tendrás que impregnar un papel de cocina en sal y después enrollar tus bebidas con él. Ahora, solo queda meterlas al congelador. El efecto será el mismo, ya que el electrodoméstico hará la función del hielo en la receta anterior. Eso sí, aquí el proceso será incluso más rápido.

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