Sociedad

El crimen del trader argentino, «Lechuga»: ¿CASO CERRADO?

. Contreras, uno de los últimos en caer, confesó que Pilepich llegó a su casa con un cadaver en el baúl

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La investigación del brutal asesinato de Fernando Pérez Algaba, conocido como «Lechuga», ha dado un giro significativo con recientes detenciones y declaraciones que arrojan luz sobre el caso.

Detuvieron a Nahuel Vargas, el último prófugo en esta pesquisa, y se cerro la lista de detenidos. Luis Contreras, uno de los aprehendidos, proporcionó una declaración que sugiere que Maximiliano Pilepich y el mismo Vargas son los autores materiales del crimen. Según Contreras, Pilepich y Vargas llegaron a su casa con el cuerpo descuartizado de Pérez Algaba y solicitaron ayuda para deshacerse de los restos.

La declaración de Contreras

El relato de Contreras revela una escena macabra. Pilepich mostró a Contreras el cuerpo desmembrado en el baúl de un vehículo y le pidió colaboración para desechar las bolsas que contenían partes del cuerpo. Afirmó que Pilepich le confesó haber matado a Pérez Algaba a tiros, describiéndolo como un socio problemático.

Contreras admitió su contribución en el hecho al proporcionar una valija donde aparecieron algunos restos de la víctima. La descripción detallada del evento incluye a otros individuos como «Tonga», que se negaron a ayudar después de notar sangre en el baúl. Más tarde, Vargas y otro implicado recogieron el auto para deshacerse de él.

La declaración de Contreras parece descartar la participación de Alma Nicol Chamorro, una mujer trans inicialmente implicada en el caso debido a una valija con documentos en su posesión. Sin embargo, Chamorro permanece bajo custodia por participación secundaria en el crimen.

  • -«En la puerta de mi casa, había estacionado un vehículo modelo Polo de color azul oscuro y un Ford Ka de color blanco línea vieja de dos puertas. Me acerco al auto blanco y estaba el señor Pilepich del lado del acompañante con otro sujeto al que se dirigió como ´Nahu´ o ´Nahuel´, quien estaba al volante del vehículo».
  • -«Nahuel era de contextura chica, y tenía una gorra con visera. Luegoo Pilepich bajó del auto y me preguntó si se animaba a tirar unas bolsas. Abre el baúl del auto Polo Azul y allí se veían bolsas negras, y dentro de las bolsas negras se veía una parte de un cuerpo, específicamente una mano».
  • -Según contó Contreras ante el fiscal, Pilepich le comentó que él «había matado a una persona, que le pegó dos tiros, que era un socio de él, un reverendo hijo de mil puta, que lo tenía cansado», aunque no le dijo dónde lo había atacado, solo que lo hizo cuando «cambiaba una lamparita».
  • -Dijo que su única intervención en el hecho fue haberle entregado la valija roja en la que aparecieron algunos restos de la víctima.
  • -Al ser consultado sobre el auto, Contreras dijo que al ver que «tenía sangre adentro del baúl» ni él ni un conocido suyo apodado «Tonga», a quien Pilepich también había convocado para «cortar» el Polo, quisieron hacerlo, por lo que más tarde Vargas y otro de los ahora imputados, Matías Gil, fueron a buscarlo y se lo llevaron.
  • -Dijo que la valija la aportó él cuando llegaron Pilepich y Vargas en un Ford Ka y un Volkswagen Polo con el cuerpo ya descuartizado de Pérez Algaba «Lechuga» a su casa.

La situación de Chamorro

Se le atribuyó la participación del crimen a una mujer trans, Alma Nicol Chamorro, porque dentro de la misma había documentación de algunas personas, y sus hermanos la acusaron de haberla robado previamente.

Con esta declaración, quedaría descartada la participación de la mujer trans en el hecho.

Por eso, Chamorro sigue detenida por una participación secundaria más allá de que la fiscalía pretendía ampliar la acusación, esto se nego finalmente por el Juzgado de Garantías.

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Los detenidos

La lista de detenidos en el caso «Lechuga» incluye a Pilepich, Vargas, Contreras, Matías Gil, Horacio Córdoba, Fernando Gastón Martín Carrizo, Flavia Lorena Bomrad y Alma Nicol Chamorro. Todos enfrentan cargos por «homicidio cuádruplemente calificado por el uso de arma, alevosía, codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas». Con las detenciones y las nuevas declaraciones, el caso del asesinato de Pérez Algaba se vuelve cada vez más claro, pero también más sombrío y perturbador.

El comisario detenido por Crimen de Lechuga vinculó al comerciante descuartizado con Charlotte Caniggia

Ayer jueves arrestaron a Horacio Córdoba, comisario de la Policía de la Ciudad, por su presunta implicación en el asesinato y descuartizamiento de Fernando Pérez Algaba, un comerciante. El comisario, quien ostentaba un alto rango y estaba involucrado en la Subsecretaría de Tecnología e Informática del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, fue apartado de su cargo tras su imputación.

Las acusaciones presentadas por el fiscal Marcelo Domínguez vinculan a Córdoba con Maximiliano Pilepich, el principal sospechoso del crimen. Se alega que Córdoba habría proporcionado a Pilepich un teléfono móvil para comunicarse con cómplices y eludir la investigación. Domínguez observó que Pilepich realizó movimientos en su teléfono para confundir a los investigadores.

Córdoba, especialista en tecnología de comunicaciones, supuestamente habría ayudado a Pilepich a eludir la investigación. La implicación de Córdoba añade una dimensión inesperada a un caso ya sórdido. El comerciante Pérez Algaba, además, habría tenido una deuda pendiente con el comisario.

La declaración de Córdoba arroja luz sobre la relación entre ambos. Afirmó ser amigo de Pérez «Lechuga» Algaba desde hacía dos años. Además le presto una suma de dinero para invertir en criptomonedas, aunque esta deuda nunca fue satisfecha. Pérez Algaba le habría enseñado su estilo de vida ostentoso, presentándole un lujoso departamento en Puerto Madero, un Mercedes Benz y una moto Ducati.

Asimismo, Córdoba mencionó una oficina utilizada para el trading de criptomonedas que, según Pérez Algaba, le habría sido prestada por Charlotte Caniggia, una mediática figura argentina. La narrativa del caso también apunta a que Córdoba habría estado en las inmediaciones de un emprendimiento inmobiliario cuando Pérez Algaba «Lechuga», se dirigió allí para cobrar una deuda.

El arresto de Córdoba ha conmocionado a la comunidad y ha llevado a revisar sus conexiones con el crimen. La liberación de Alma Nicol Chamorro, a quien detuvieron en relación con el caso, añade más misterio. La decisión de liberarla se basó en pruebas y testimonios que cuestionaron su implicación directa en el descarte del cuerpo. El caso continúa desarrollándose con revelaciones sorprendentes y vínculos insospechados emergiendo a medida que se desentraña este sombrío episodio.

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Fuente: Mauro Zseta

 

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