Otro grupo que jugó un rol clave fue la UCR. Varios diputados radicales cambiaron su voto respecto a junio. Los diputados Mariano Campero, Federico Tournier, Luis Picat, Pablo Cervi y Martín Arjol, quienes visitaron a Milei en la Casa Rosada el martes previo a la votación, fueron determinantes en la sesión. Excepto Tournier, todos habían votado a favor del aumento jubilatorio en junio, pero en esta ocasión lo rechazaron. Campero incluso ofreció un discurso encendido en contra de la insistencia en la reforma, a pesar de haber defendido el proyecto originalmente.
Las ausencias
Las ausencias también jugaron un papel importante. La diputada radical Roxana Reyes, de Santa Cruz, quien había votado a favor de la reforma en junio, no estuvo presente en esta votación. Lo mismo ocurrió con el chaqueño Gerardo Cipolini, otro radical que había apoyado la reforma en su momento.
El bloque de Innovación Federal, que agrupa a legisladores que responden a varios gobernadores, optó por abstenerse en esta ocasión. El rionegrino Agustín Domingo, en representación del bloque, confirmó la postura de los ocho miembros de abstenerse durante el debate. Entre las abstenciones también destacó la de Lourdes Arrieta, a quien fue expulsaron de La Libertad Avanza y debutó en el recinto con su nuevo bloque «Fuerzas del Cielo». Si bien oficialmente se registraron ocho abstenciones, la realidad es que hubo nueve, ya que la salteña Pamela Calletti, también de Innovación Federal, figuraba como ausente en los registros, pero estuvo presente y optó por abstenerse.
Con esta votación, el veto de Javier Milei a la reforma jubilatoria quedó firme, frustrando el intento de aumentar las jubilaciones aprobado por el Congreso en junio. Las maniobras políticas y los cambios de postura de varios legisladores, así como las ausencias, fueron determinantes para evitar que el proyecto lograra la mayoría especial necesaria para insistir en su promulgación.