Cultura
Argentina celebra el «Día del Vino»
Una tradición que brota desde el corazón de los viñedos
El 24 de noviembre se convierte en una jornada de celebración y brindis en Argentina, marcando el Día del Vino Argentino. Esta efeméride tiene su origen en un hito significativo: el 24 de noviembre de 2010, cuando se firmó el decreto presidencial que declaró al vino como la bebida nacional del país. Tres años después, en 2013, el Congreso Nacional ratificó esta distinción mediante la Ley N° 26.870, posicionando a Argentina como el primer país del mundo en otorgar a su vino el estatus de bebida nacional.
Un reconocimiento a la cultura y tradición vitivinícola
La Ley N° 26.870, que respalda esta conmemoración, tiene como objetivo principal la difusión de las características culturales asociadas a la producción, elaboración y consumo del vino argentino. Reconoce al vino como un componente esencial de la cultura y las tradiciones del país, siendo el único alimento incluido en el Código Alimentario Argentino.
Argentina en la cima de la producción y exportación
Según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Argentina se destaca como el sexto productor y el noveno exportador de vino a nivel mundial. Mendoza, con el 75,31%, lidera la producción vinícola a nivel nacional, seguida por San Juan (18,45%) y La Rioja (3,06%).
- El Malbec, estandarte de la identidad vinícola
El Malbec, cepa emblemática, sigue siendo el buque insignia de la industria vinícola argentina, destacándose como la cepa más exportada y consumida en el extranjero. Aunque originaria de Francia, el Malbec encontró en el terroir argentino un ambiente propicio para su desarrollo, generando vinos de calidad reconocida a nivel internacional.
- Un vino, diversidad de terroirs
El país alberga una variada producción vinícola, con regiones como Salta, Córdoba, Catamarca, Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires, Jujuy y San Luis, contribuyendo al crecimiento de esta destacada industria.
- Torrontés, tesoro 100% Argentino
Mención especial merece el Torrontés, cepa exclusivamente argentina, cuya principal producción se encuentra en la región del Noroeste Argentino (NOA).
Con alrededor de 12 millones de litros producidos anualmente y un consumo interno estimado de 22 litros per cápita, Argentina se erige como un protagonista indiscutible en el escenario vitivinícola mundial. Ya sea tinto, blanco o rosado, se elevan las copas al gran vino argentino, saludando a una tradición que fluye desde el corazón de los viñedos hacia el mundo entero.
