La ciudad de Santa Fe amaneció sacudida por un hecho que, además de cruel, revela el grado de violencia e impunidad con el que se manejan ciertos delincuentes. En la madrugada del viernes, la veterinaria Cibeles, ubicada en Juan José Paso al 3500, fue blanco de un nuevo robo. Pero esta vez, además del daño material, los ladrones dejaron una huella imborrable: asesinaron a Cartucho, un perro rescatado que vivía en el lugar.
Cartucho era uno de los tantos animales que la veterinaria aloja de manera transitoria mientras espera por una adopción responsable. Viejo, manso y conmovedoramente noble, se había ganado el cariño de todos. Su muerte no solo generó indignación, sino también un profundo dolor en quienes lo cuidaban y en toda una comunidad que lucha a diario por los derechos de los animales.
Un refugio que también sufre
Anahí Montiel, responsable del local, fue quien encontró al animal sin vida al abrir el lugar por la mañana. “Estaba tirado junto a su cucha, cerca de la bicicleta que se llevaron. Tenía todas las costillas rotas. Lo mataron de una patada”, contó, entre la tristeza y la impotencia.
La veterinaria Cibeles no es un comercio cualquiera. Desde hace años trabaja en red con organizaciones proteccionistas y la Policía Ecológica, asistiendo a perros y gatos en situación de calle. “Cartucho llegó hace unos seis meses. Lo operamos, se recuperó, y estaba listo para ser adoptado. Solo esperaba una oportunidad”, relató Montiel en los medios.
Robo con saña
El ataque ocurrió durante el segundo robo en menos de 24 horas. En el primero, los delincuentes se llevaron dos ventiladores. Al día siguiente volvieron, rompieron todo lo que encontraron a su paso, y además de robar una bicicleta y un equipo de laberín, agredieron brutalmente al perro.
“No hay forma de entenderlo. Cartucho no era agresivo, dormía tranquilo. Seguramente lo patearon para correrlo, pero no hacía falta. Esto fue por pura maldad”, aseguró la dueña del local.
Repercusiones y pedido de justicia
La denuncia fue radicada en la comisaría 2da. de la ciudad. La policía trabaja con registros de cámaras de seguridad y no se descarta que los autores del primer y segundo robo sean los mismos.
Desde la veterinaria destacaron el accionar policial, pero advirtieron que lo esencial es que la justicia actúe y que este crimen no quede impune. “No buscamos venganza, solo justicia. Porque si esto se naturaliza, mañana puede pasar de nuevo”, dijo Montiel.
La memoria de Cartucho
En redes sociales, el caso se viralizó rápidamente. La cuenta oficial de la veterinaria Cibeles publicó un emotivo mensaje de despedida. «Cartucho era uno de los nuestros. De esos que llamamos ‘Cibelitos’. De esos que solo esperan cariño, techo y comida. Nos duele en el alma», escribieron.
La publicación fue compartida cientos de veces y generó una ola de mensajes solidarios. Muchos vecinos se acercaron espontáneamente al local para dejar donaciones, flores o simplemente abrazar a quienes forman parte de este espacio de cuidado y empatía.
El crimen de Cartucho no fue solo la muerte de un perro. Fue también un golpe al corazón de una comunidad que, con pocos recursos y mucho amor, trata de cambiar el destino de tantos animales olvidados. Su muerte, aseguran, no será en vano.