El ataque de Israel a Irán sacude el tablero mundial: ¿cómo impacta en Argentina?
La madrugada de este viernes dejó un temblor geopolítico que ya se siente en la economía global: Israel lanzó una serie de ataques contra instalaciones estratégicas en Irán, provocando un aumento inmediato de casi el 9% en el precio del petróleo. El mercado reaccionó con fuerza, anticipando una posible interrupción del suministro en el estrecho de Ormuz, paso clave por donde circula cerca del 20% del crudo mundial.
La respuesta iraní no tardó en llegar, intensificando el temor a una escalada que complique aún más el panorama energético internacional. En ese contexto, el Brent —referencia clave para Argentina— trepó hasta los 78,50 dólares por barril, el valor más alto desde enero. Para encontrar una reacción similar del mercado hay que remontarse a 2022, tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Efecto dominó: petróleo, inflación y activos refugio
El repunte del crudo también refleja un aumento de la prima de riesgo geopolítico. Según analistas de JPMorgan, si el conflicto escala y se produce un bloqueo del estrecho de Ormuz, el barril podría escalar hasta los 130 dólares. La volatilidad generada por el temor a un conflicto regional de mayor envergadura está llevando a los inversores a refugiarse en activos seguros como el oro o el franco suizo.
“Hoy, los fundamentos del mercado pasaron a un segundo plano. Mandan los misiles y los comunicados”, señalaron desde Commerzbank. La incertidumbre domina el clima financiero internacional.
Además, crece el temor a que Irán, en represalia, promueva ataques indirectos en otros puntos calientes de la región.
El caso argentino: entre el beneficio exportador y el impacto local
Para Argentina, este contexto presenta un escenario dual. Por un lado, es una oportunidad para mejorar el frente exportador: con una producción diaria cercana a los 760.000 barriles —gracias al impulso de Vaca Muerta—, el país exporta más de 230.000 barriles diarios. Si el precio del crudo se mantiene elevado, puede consolidarse el superávit comercial, estimado en US$ 6000 millones para este año.
En abril, por ejemplo, las exportaciones en volumen crecieron un 4%, pero el valor total cayó un 10% por la baja del Brent. Por eso, un repunte sostenido podría dar alivio a la balanza externa y reactivar inversiones en el sector energético.
Sin embargo, del otro lado, el consumidor podría verse afectado. En mayo, YPF bajó un 4% los precios de los combustibles gracias al retroceso del Brent. Pero con el nuevo panorama, si el crudo se mantiene por encima de los 75 dólares, no se descartan subas a partir de julio.
Una gira internacional con alto contenido geopolítico
En paralelo a esta crisis energética, el presidente Javier Milei se encuentra de gira internacional, y su paso por Israel no fue ajeno al conflicto. Este jueves, firmó junto a Benjamín Netanyahu un Memorando de Entendimiento por la Democracia y la Libertad, reforzando los vínculos bilaterales en educación, defensa y lucha contra el terrorismo.
Durante la ceremonia, Milei pidió la liberación de los rehenes argentinos secuestrados por Hamás y denunció lo que consideró una “doble vara” de la comunidad internacional. Además, fue galardonado con el Premio Génesis, conocido informalmente como el “Nobel Judío”.
La visita incluyó también un acuerdo entre YPF y la energética italiana Eni para exportar gas natural licuado (GNL), una estrategia que podría ganar relevancia si los precios internacionales del petróleo siguen al alza.
¿Cambio transitorio o nuevo ciclo?
La gran incógnita es si este salto en los precios del crudo será solo un sobresalto o el inicio de una nueva tendencia alcista. Janiv Shah, analista de Rystad Energy, advierte que la probabilidad de una guerra abierta aún es baja, pero los mercados seguirán reaccionando al ritmo del conflicto.
Mientras tanto, todos los ojos del mundo están puestos en el estrecho de Ormuz. Allí, donde convergen intereses energéticos, militares y políticos, se juega mucho más que el precio de un barril: se define buena parte del futuro económico global. La tensión con Irán, lejos de disiparse, sigue siendo un factor clave para el destino inmediato de la región y de los mercados internacionales.
Nota realizada por Puente de Noticias con ayuda de la IA.