María Becerra, una de las artistas más importantes del momento, generó revuelo en redes sociales tras participar en un ciclo de cocina en México, donde se animó a probar chapulines, insectos tradicionales de la gastronomía local. Este gesto, aunque espontáneo y divertido, generó un debate acalorado sobre su postura como vegana y su coherencia con la causa del bienestar animal, que tanto ha defendido públicamente.
María Becerra probó Insectos
Durante su gira por Latinoamérica, Becerra visitó el programa de cocina del chef Roberto Morales, más conocido en redes como RobeGrill. Juntos prepararon un aguachile de palmito, un plato típico de la costa occidental mexicana. Sin embargo, el momento más comentado fue cuando el chef le ofreció a la cantante probar chapulines, un tipo de insecto común en la gastronomía mexicana. Aunque inicialmente mostró resistencia, María terminó degustando los insectos, y para sorpresa de muchos, confesó que le gustaron. «Está buenísimo, ponle un par más a la sopa», dijo entre risas.
Este episodio no pasó desapercibido, sobre todo entre sus seguidores más acérrimos, quienes recordaron la militancia de la artista en torno al veganismo y el maltrato animal. Hace solo unos meses, Becerra generó polémica al afirmar en su cuenta de Instagram que «la vaca lechera no existe» y criticar la industria láctea por separar a las crías de sus madres. Este tipo de comentarios la habían posicionado como una defensora firme del veganismo y de los derechos de los animales, por lo que su acción de probar insectos en un programa de televisión ha sido vista por algunos como una contradicción.
¿Qué dice la militancia vegana?
Becerra, al igual que otras celebridades argentinas como Nicole Neumann, Leo Montero, la «China» Suárez, entre otros, adoptaron el veganismo no solo como una dieta, sino como un estilo de vida comprometido con la ética animal. A lo largo de los años, María compartio en sus redes sociales recetas veganas, incluyendo sus populares fideos con pesto de albahaca y crema de castañas de cajú. Además, denuncio abiertamente prácticas de la industria alimentaria que considera crueles, como el tratamiento de las vacas en la producción de leche.
La controversia surge porque, según los principios del veganismo, cualquier forma de explotación o consumo de animales, incluidos los insectos, va en contra de sus valores. Por esta razón, muchos de sus seguidores se han sentido decepcionados, acusándola de romper su compromiso ético al ceder ante la curiosidad gastronómica.
La delgada línea entre la cultura y los principios
Algunos argumentan que participar en tradiciones culinarias de otros países no necesariamente significa un abandono de los valores personales, sino un acto de respeto cultural. En México, los chapulines se consideran un manjar, ricos en proteínas y parte fundamental de su gastronomía. De hecho, en varias culturas del mundo, los insectos son vistos como una fuente sostenible de alimento.
Sin embargo, para muchos veganos estrictos, no hay espacio para excepciones. La ética animal, según su postura, no debería ajustarse a las tradiciones culturales, ya que el sufrimiento y la explotación animal son universales.
La coherencia en el activismo
Este incidente también invita a reflexionar sobre la presión que enfrentan las figuras públicas como María Becerra al sostener un activismo visible y constante. Cuando una celebridad abraza una causa, como el veganismo, su vida privada y pública se analiza minuciosamente, y cualquier desviación puede generar una avalancha de críticas. En el caso de Becerra, lo que para algunos fue un momento divertido de exploración culinaria, para otros fue una falla en su coherencia ética.
En resumen, María Becerra sigue siendo una de las artistas más influyentes del momento, pero su reciente aventura gastronómica en México ha puesto en duda su compromiso con el veganismo. Aunque la cantante aún no ha hecho declaraciones sobre el tema, el debate está servido: ¿es posible equilibrar el respeto por las culturas locales con un estilo de vida vegano estricto? Y, sobre todo, ¿hasta qué punto se puede exigir coherencia a las figuras públicas en su activismo personal?
La conversación sobre la coherencia de María con su veganismo sigue encendida, dejando abierta la pregunta de si este será un punto de inflexión en su militancia o simplemente un traspié momentáneo.