Las autoridades militares ucranianas denunciaron la voladura por parte de las fuerzas rusas de la presa de Kajovka. La misma se situa a unos 70 kilómetros de la ciudad de Jersón río arriba, en el sur de Ucrania. Provocó inundaciones y obligó a iniciar la evacuación de urgencia de los habitantes de la zona afectada.

Rusia, por su parte, acusó a Kyiv de destruir la central hidroeléctrica, que contenía 18 millones de metros cúbicos de agua, con el fin de cortar el suministro de agua a Crimea.

“El ejército ruso llevó a cabo otro ataque terrorista. Volaron la presa de Kajovka”, manifestó el jefe de la Administración Militar de la provincia de Jersón, Oleksandr Prokudin. L

La empresa pública hidroeléctrica ucraniana, Ukrhidroenergo, aseguró que los daños en la central son “irreparables”, causados por “una detonación en la sala de máquinas desde el interior”.

Presa de Ucrania

Zelenski tildó de «terroristas» a los rusos:

El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak calificó la voladura de la presa de “crimen de guerra” y “ecocidio”. Publicó un vídeo que muestra cómo el agua empieza a desbordarse de la presa dañada. “Los rusos serán responsables de la falta de agua potable para la gente del sur de la región de Jersón y de Crimea, por la posible destrucción de algunas localidades y de la biosfera”, añadió Yermak.

De acuerdo con el Comando Militar del Sur de Ucrania, Rusia destruyó la presa para evitar que las fuerzas ucranianas crucen el río Dniéper. Este era uno de los escenarios que los analistas barajaban como parte de una contraofensiva ucraniana. El objetivo sería partir en dos las fuerzas rusas en el sur ocupado por Moscú y cortar sus líneas de suministro.

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 «La destrucción de la central solo confirma al mundo que los soldados rusos deben ser expulsados del territorio ucraniano”, escribió el presidente ucraniano. Volodímir Zelenski, convocó un Consejo Nacional de Seguridad urgente. Añadió que “solo la victoria de Ucrania devolverá la seguridad” al país. “Los terroristas no serán capaces de parar a Ucrania ni con agua, ni con misiles ni con nada”.

Rusia, en cambio, aseguró que la rotura de la presa fue producida por un ataque de misiles múltiples ucranianas. El objetivo sería cortar uno de los suministros de agua clave para la península de Crimea, para distraer la atención de una contraofensiva contra las fuerzas rusas. «Podemos afirmar inequívocamente que hablamos de un sabotaje deliberado por parte de Ucrania», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

El embalse alimenta el Canal de Crimea del Norte de la era soviética, que sumistra el 85% del agua de Crimea

La mayor parte de esa agua se utiliza para la agricultura, parte para la industria y alrededor de una quinta parte para agua potable y otras necesidades públicas. «El suministro de agua al canal se está reduciendo drásticamente», alertó Peskov. Sin embargo, el gobernador de Crimea respaldado por Rusia, Sergei Aksyonov, restó importancia a la amenaza al decir que no había una amenaza inmediata para el suministro de agua de la península.

«Aparentemente, este sabotaje también está relacionado con el hecho de que, comenzó acciones ofensivas a gran escala hace dos días. Ahora las fuerzas armadas ucranianas no logran sus objetivos, estas acciones ofensivas están fallando», añadió Peskov.

En Nueva Kajovka

El nivel del agua aumentó diez metros y seguirá subiendo hasta los 12 metros

La rotura de la presa afecta a 14 localidades donde viven 22.000 personas. Hata el momento evacuaron 742 personas en las zonas afectadas, según el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klymenko.

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Russian terrorists have once again proved that they are a threat to everything living. The destruction of one of the largest water reservoirs in Ukraine is absolutely deliberate. At least 100 thousand people lived in these areas before the Russian invasion. At least tens of… pic.twitter.com/ISjIwKc2QN

— Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) June 7, 2023

Desde la ocupada localidad ucraniana de Nueva Kajovka, situada en las orillas del río Dniéper y la más cercana al punto de rotura, su alcalde, Vladimir Leontyev, alertó que el nivel del agua aumentó diez metros y seguirá subiendo hasta los 12 metros.

«El agua sigue subiendo. Se está realizando una evacuación de civiles de las zonas inundadas adyacentes para preservar todas las vidas… No hay pánico en el pueblo», afirmó. Al mediodía el agua alcanzó 600 viviendas, según los servicios de emergencia rusos, informó la agencia rusa Tass.

La destrucción de la presa se produce cuando tanto Ucrania como Rusia  informaron en sus últimos partes militares de acciones del ejército ucraniano que parecen apuntar al comienzo de su esperada contraofensiva para recuperar territorios ocupados por los rusos.

Ucrania advertió en varias ocasiones desde el comienzo de la guerra la posibilidad de que Rusia volara la presa de la Central Hidroeléctrica de Kajovka. En octubre del año pasado, en plena contraofensiva ucraniana para retomar el control de Jersón, Zelenski pidió a la comunidad internacional que presionara a Rusia para evitar que lo hiciera. Zelenski advirtió de consecuencias catastróficas de inundaciones para toda la zona si eso ocurría, incluidas la caída del suministro eléctrico. Nueva Kajovka es una presa y una central hidroeléctrica que provee el 10% del consumo eléctrico de Ucrania, así como las dificultades en la refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia, que se encuentra dentro de la presa, debido al descenso del nivel del agua.

En este sentido, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), advirtió que los daños en la presa «causaron un serio descenso del nivel del agua en el embalse que se usa para enfriar la planta nuclear de Zaporiyia. De todas maneras sigue bajando a un ritmo de 5 centímetros por hora», dijo su director general, Rafael Grossi. A pesar de lo cual no hay  «riesgo inmediato» para la seguridad. Sin embargo, «si el nivel del agua desciende por debajo de 12,7 metros no se podrá bombear». A las 8 de la mañana de hoy el agua llegaba a los 16,4 metros. De todos modos aseguran que «hay varias fuentes de agua alternativas». Por lo que, de momento, la evaluación de la agencia nuclear de la ONU es que «no existe un riesgo inmediato para la seguridad de la planta».

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La corporación estatal de energía nuclear de Rusia, Rosatom, que controla la planta desde la invasión rusa de Ucrania, también envió un mensaje de tranquilidad al considerar que no hay riesgo en la central. Sin embargo, la agencia estatal ucraniana de energía atómica, Energoatom, declaró que como el nivel del agua del embalse de Kajovka baja rápidamente, supone una «amenaza adicional» para la instalación, la mayor central nuclear de Europa.