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«VENDIERON LA ARGENTINA»: Se aprobó la Ley de Bases, extractivismo recargado y eliminación de políticas ambientales

Objeciones en materia de política ambiental a la “Ley Bases

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Política- Me encuentro en un momento histórico de la Argentina, observando cómo los hilos de la política y la economía entrelazan sus intereses a costa de nuestro futuro. La aprobación de la Ley de Bases en el Congreso es un punto de inflexión que pone en juego nuestra soberanía y, lo que es más grave, nuestro medio ambiente.

El Proyecto de Ley de Bases enviado por el Poder Ejecutivo propone cambios que implican un enorme retroceso para la protección del ambiente. Más de cincuenta organizaciones, como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Greenpeace, y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), han enviado una carta que subraya cómo los artículos observados contradicen principios jurídicos nacionales e internacionales vigentes. En particular, señalan la violación del principio de «no regresión ambiental» del Acuerdo de Escazú, que se traduciría en una disminución de los niveles de protección ambiental ya alcanzados.

Cómo se privilegia el lucro sobre la sustentabilidad

El Régimen Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es un ejemplo claro de cómo se privilegia el lucro sobre la sustentabilidad. Focado en actividades extractivas como la agroindustria, el gas y el petróleo, y la energía, afectaría el cumplimiento de los compromisos asumidos por el país en materia de cambio climático en foros multilaterales. Esto es particularmente preocupante dado el informe presentado en diciembre de 2020, donde Argentina ya prometía incumplir las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero establecidas en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC).

Resulta paradójico que, en un momento de emergencia climática global, nuestros líderes elijan ampliar la frontera extractiva en lugar de fomentar la energía renovable y la economía sostenible. La reducción de presupuestos para la protección ambiental y la administración de parques nacionales a favor de subsidios a hidrocarburos revela una prioridad que no tiene en cuenta el bienestar del planeta ni de sus habitantes. El reciente informe del «Monitor Ambiental de Presupuesto» de FARN revela que lo destinado a la Subsecretaría de Ambiente y la Administración de Parques Nacionales es insignificante comparado con los pagos de la deuda externa. Mientras tanto, se mantienen enormes subsidios a la oferta de hidrocarburos, ignorando las necesidades de los consumidores.

La carta que enviaron organizaciones socioambientales advirtió sobre la delegación de facultades que habilitaran al presidente Javier Milei a avanzar en la reforma del Estado y una reorganización administrativa. Entre los organismos clave para la coordinación y aplicación de políticas ambientales que podrían reducirse en sus funciones o eliminarse, se mencionan la Administración de Parques Nacionales, el Instituto Nacional del Agua (INA), y la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), entre otros.

La lucha contra la privatización, las facultades delegadas y el desmantelamiento de los derechos laborales no es solo una batalla política, es una defensa integral de la vida y la dignidad humana. Las grandes inversiones que se celebran hoy son, en realidad, la venta de nuestro futuro. La entrega de nuestros recursos naturales a intereses extranjeros y la reducción de la protección ambiental son actos de violencia contra nuestra tierra y nuestra gente.

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Como ciudadanos, debemos alzar la voz contra esta injusticia. No podemos permitir que el miedo y el terror silencien nuestra resistencia. La lucha por el medio ambiente es una lucha por la vida misma. No se trata solo de proteger los bosques, los ríos y los mares, sino de asegurar un futuro donde todos podamos vivir con dignidad.

Hoy, más que nunca, debemos unirnos y demandar un cambio real. Exigir que se respeten los principios de justicia ambiental, que se cumplan los compromisos internacionales y que se priorice la protección de nuestro entorno por encima de los intereses económicos a corto plazo. Porque la lucha sigue, y nuestra determinación de defender el medio ambiente y la vida es más fuerte.

Maxi. M.

Dos objeciones en materia de política ambiental a la “Ley Bases”

Los dos primeros puntos de la carta enviada por las organizaciones socioambientales al Senado apuntan sobre la delegación de facultades que habilitan al presidente Javier Milei a avanzar en la reforma del Estado y una reorganización administrativa. El artículo 3 del proyecto fue un punto álgido en el debate en Diputados (que dio la media sanción), ya que habilita a modificar la estructura jurídica, disminuir competencias o, directamente, eliminar organismos estatales.

Entre los organismos clave para la coordinación y aplicación de políticas ambientales que podrían reducirse en sus funciones o eliminarse, la organizaciones mencionan los siguientes:

  • Administración de Parques Nacionales
  • Instituto Nacional del Agua (INA)
  • Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres)
  • Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep)
  • Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (Ianiglia)
  • Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar)

En el mismo sentido, la carta advierte sobre el artículo 5 aprobado por la Cámara baja, que faculta al Poder Ejecutivo “a modificar, transformar, unificar, disolver, liquidar o cancelar los fondos fiduciarios públicos”. Entre las partidas de relevancia para la política ambiental, la carta de los organismos destaca:

  • Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos
  • Fondo Nacional del Manejo del Fuego
  • Foder,  orientado al desarrollo de energías renovables
  • Fodis, destinado a la promoción de generación distribuida de energías renovables

En este punto, las organizaciones precisan cómo —de aprobarse la norma sin modificaciones— correrán peligro las áreas protegidas como, por ejemplo, los bosques nativos. “La disolución del Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos implicaría la derogación tácita de los artículos del 30 al 39 de la Ley de presupuestos mínimos de protección de los bosques (Ley 26.331)”, indican.

Foto: Télam

En la práctica, el gobierno de Milei ya comenzó la política de desfinanciamiento. El  Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos debería recibir, de acuerdo a la Ley de Bosques, el 0,3 por ciento del Presupuesto Nacional. Sin embargo, a marzo de 2024, tiene programado un presupuesto 18 veces menor, advierte la carta, tomando datos del “Monitor Ambiental de Presupuesto”, publicado por FARN.

Mientras que, ante el incremento de incendios provocados de manera intencional o por el propio efecto de la crisis climática, el gobierno nacional no ejecutó ni un solo peso de los 12.101 millones que tiene asignado el Servicio Nacional de Manejo del Fuego. Por último, insiste con que, a marzo de 2024, solamente se ejecutaron 275 millones dentro de la actividad Manejo del Fuego, que representan un 0,01 por ciento de lo erogado en pago de servicio de la deuda.

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Dos objeciones a la política extractiva de la “Ley Bases”

Los otros dos puntos de la carta se centran en la contraparte del desarme de los organismos estatales de protección ambiental, el avance de las políticas extractivas de la mano del RIGI y la modificación de la Ley de Hidrocarburos. “Significaría una delegación legislativa imperdonable en materia de gestión ambiental de hidrocarburos, el otorgamiento de privilegios impositivos y cambiarios para las industrias extractivas, sin contemplar una mirada social ni ambiental, y la limitación de los espacios de participación pública”, sentencian.

El objetivo del RIGI es atraer inversiones de más de 200 millones de dólares, con fines de exportación, y, a cambio, esas empresas tendrán beneficios aduaneros, tributarios, cambiarios y regulatorios a 30 años. Por eso, las organizaciones lo comparan con el vigente Régimen de Inversiones para la Actividad Minera, que ahora se extendería a otras actividades extractivas con un agravante crítico.

“El RIGI profundiza este régimen de privilegio que ya tiene la minería hacia otros sectores, incluso avasallando facultades de los gobiernos provinciales, ya que a diferencia de la Ley 24.196 que indica que la adhesión al Régimen minero es una opción de las Provincias, en el caso del RIGI la aprobación del proyecto de ley Bases las incluye de manera compulsiva”, sostiene la carta.

Foto: Pablo Añeli / Télam

Es que la norma, aprobada por Diputados, marca una contradicción entre los artículos 163 y 222. El primero habla de crear “un un régimen que otorgue certidumbre, seguridad jurídica y protección especial” para las “Grandes inversiones”, mientras que el 222 reconoce la necesidad de que provincias y municipios adhieran al régimen. En esa contradicción aparece también el artículo 162 que sostiene que “cualquier norma o vía de hecho, nacional o local, por la que se limite, restrinja, vulnere, obstaculice o desvirtúe lo establecido en el presente Título, será nula de nulidad absoluta e insanable y la Justicia federal deberá, en forma inmediata, impedir su aplicación”.

Por otra parte, las organizaciones advierten que “ninguno de los artículos específicos del RIGI impone condiciones a las empresas beneficiarias que impliquen la presentación de Estudios de Impacto Ambiental ni la realización de Evaluaciones de Impactos Acumulativos de sus proyectos”. Ese punto no está apareciendo en la preocupación del debate de comisiones del Senado, pero sí otro  —con preocupación y lobby de la Unión Industrial Argentina— que es que el RIGI tampoco “establece condicionamientos a la generación de puestos de trabajo a escala local, provincial o nacional, ni se explicita ningún tipo de política de escalamiento en cadenas de valor, o transferencia de tecnología”.

Los inversores que ingresen al RIGI podrán hacerlo con beneficios a 30 años, que les permitirán, por ejemplo, no pagar derechos de importación de insumos —impactando a la industria nacional—, no pagar derechos de exportación en los primeros tres años y, luego de ese tiempo, pagarán retenciones, pero con libre disponibilidad de la liquidación de las divisas en manos de la empresa para sacarlas del país.

“No hay separación posible entre la promoción de un determinado modelo de matriz económica primario-extractivo y exportador como lo hace el RIGI y la degradación ambiental”, sentencian las organizaciones y anticipan que las medidas económicas impulsada por La Libertad Avanza, junto a gobernadores y bloques aliados,  “terminan por atacar los controles ambientales e incluso reducir mecanismos de participación y por ende la calidad democrática”, como anticipa el artículo 162.

Foto: Télam

El último punto objetado de esta nueva versión es la reforma a la legislación de la explotación de hidrocarburos. Una amplia modificación energética que las organizaciones socioambientales señalan “no sólo destruye la poca soberanía nacional restante en el sector, sino que va absolutamente a contramano de los avances que creemos necesarios sobre el sistema energético”. Se trata de:

  • Ley de Hidrocarburos 17.319 (y 27.007). Modifica 51 artículos, deroga nueve e incorpora dos en formato «bis»
  • Ley Gas Natural 24.076. Modifica seis artículos
  • Ley de Autoabastecimiento Hidrocarburífero 26.741. Modifica dos artículos
  • También modifica los entes reguladores de gas y energía, y el régimen de energía eléctrica.

Además, la carta elevada a los senadores y senadoras también apunta contra la propuesta de declaración de Emergencia en Materia Energética por un período de un año, junto con la consiguiente delegación de facultades al Poder Ejecutivo. “Esta medida, lejos de garantizar una respuesta eficaz a los desafíos energéticos, climáticos y ambientales en nuestro país, permitiría las decisiones unilaterales e inconsultas, en un sector ya altamente concentrado”, señalan.

Durante esta primera semana de debate parlamentario en la Cámara alta, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, dejó claro el objetivo del Gobierno: “En el caso del gas, se pasa de un modelo que deja el autoabastecimiento interno y la soberanía energética como principio general para la explotación del gas, para pasar a ser un país exportador”, marcó.

El objetivo de Chirillo está escrito en el documento publicado en febrero por el staff del FMI. En el documento de revisión y aprobación del Programa de Facilidad Ampliada (EFF), el organismo proyectó que con el fomento a la explotación de Vaca Muerta, Argentina podría incrementarse sus exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL) pasando de 100 mil barriles por día en 2023 a 900 mil barriles por día para el 2030. Para pagar la deuda externa.

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El secretario de Energía —quien reconoció en el debate no haber leído un artículo de la norma referido a la prioridad del uso de recursos naturales en favor de los inversores por sobre las comunidades— argumentó la modificación de la Ley de Hidrocarburos bajo el enfoque de la balanza de pagos por sobre las políticas ambientales globales, en las que desde hace años se plantea reducir la explotación de combustibles fósiles. “Se trata de aprovechar la ventana de oportunidad que tenemos para explotar nuestras riquezas”, rifó Chirillo al resaltar que “en 2050 no se va a explotar más ni petróleo ni gas, por tanto la ley, que es del año 60 y que ha funcionado durante muchos años, la hemos aggiornado a los momentos actuales para maximizar la renta, maximizando las condiciones a suministro interno”.

FUENTE: agenciatierraviva

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