Salud y Bienestar

Reutilizar la yerba mate en macetas biodegradables

Conciencia ambiental

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En un contexto de creciente conciencia ambiental, especialmente entre los jóvenes, una de las últimas tendencias que gana tracción es la reutilización de yerba mate usada para confeccionar macetas biodegradables.

El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) revela datos sorprendentes:

En Argentina, se consume un promedio de 100 litros de yerba mate anuales por persona. Esta cifra es un llamado de atención sobre la cantidad de residuos que se generan y la necesidad de encontrar alternativas sostenibles.

Se conoció un ingenioso proceso para transformar la yerba mate usada en macetas biodegradables. Acompañada de ingredientes comunes que se encuentran en la mayoría de los hogares, esta técnica ofrece una solución creativa y ecológica.

Proceso de elaboración:

  1. Separación de la yerba: En un recipiente, separamos la yerba mate en estado húmedo y seca después de su uso.
  2. Preparación del engrudo:
    • Mezclamos cantidades iguales de agua y harina en un recipiente.
    • Calentamos la mezcla a fuego lento hasta que espese.
  3. Adición de vinagre:
    • Una vez que el engrudo alcanza la consistencia deseada, se le añade un poco de vinagre para prevenir la descomposición de la maceta.
  4. Incorporación de la yerba:
    • Se agrega la yerba húmeda al engrudo, enfriándolo, para luego integrar la yerba seca hasta obtener una masa que no se adhiera a las manos.
  5. Dando forma a la maceta:
    • Forramos un recipiente con papel film, otorgándole la forma de maceta que prefiramos.
  6. Secado al sol y desmolde:
    • Dejamos que la maceta se seque al sol. El tiempo de secado dependerá del clima. Una vez seca, se procede a desmoldarla cuidadosamente.

Consejos adicionales:

  • Para las macetas de exterior, simplemente se colocan en la tierra, donde se descompondrán de forma natural con el tiempo.
  • Para las macetas de interior, se recomienda aplicar barniz o laca en la superficie exterior para prolongar su vida útil.

El mate, ícono de la idiosincrasia argentina, es consumido en promedio a razón de 100 litros anuales por persona, según el INYM y se supone que se consumen 202.8 millones de kilos del producto. Un llamado de atención para repensar cómo tratamos los residuos.

La próxima vez que disfrutes de un mate, recuerda que tu yerba mate usada puede ser la materia prima para una maceta sostenible. Pequeñas acciones como esta tienen un gran impacto en la preservación de nuestro planeta.

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