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El Gobierno de Milei acelera la reforma laboral: busca “modernizar” el sistema con convenios por empresa, salarios por mérito y menos poder sindical

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La Casa Rosada presentará en diciembre un proyecto consensuado en el Consejo de Mayo, con empresarios y sindicatos la reforma laboral que busca “modernizar” el sistema. En paralelo, habilitó a los diputados oficialistas a presentar sus propias iniciativas. La CGT advierte que no aceptará una reforma inspirada en el DNU 70.

El gobierno de Javier Milei prepara el terreno para una de las reformas más ambiciosas y polémicas de su gestión: la reforma laboral integral, que busca modernizar la legislación vigente, flexibilizar convenios colectivos y vincular los aumentos salariales con la productividad. El proyecto, que será presentado en diciembre ante el Congreso, formará parte del paquete de reformas “de segunda generación” junto con la tributaria y la previsional.

Un proyecto con múltiples frentes

Mientras el Consejo de Mayo —integrado por representantes del Gobierno, empresarios y la CGT— trabaja en un texto consensuado, la Casa Rosada habilitó a los diputados libertarios y aliados a presentar proyectos alternativos que “enriquezcan” la propuesta. El objetivo es evitar los bloqueos legislativos que trabaron la Ley Bases en 2023 y acelerar el debate en el Congreso, aprovechando el nuevo escenario político tras las elecciones.

Entre las iniciativas que servirán de base figura el proyecto de “Promoción de Inversiones y Empleo”, presentado en 2024 por la diputada Romina Diez, cercana a Karina Milei. Este texto retoma varios puntos del DNU 70/2023, parcialmente suspendido por la Justicia, e introduce mecanismos de flexibilización laboral.

Los principales cambios que propone la reforma

El borrador que impulsa el Ejecutivo incluye medidas estructurales para “modernizar” el mercado de trabajo y reducir la informalidad, que actualmente alcanza al 43,2% de los trabajadores. Los puntos clave son:

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  • Convenios colectivos por empresa, con mayor flexibilidad para negociar condiciones laborales.

  • Incrementos salariales dinámicos, vinculados al mérito individual y la productividad.

  • Extensión del período de prueba: de tres a seis meses, y hasta doce en el caso de pymes.

  • Creación de un banco de horas, que permite reorganizar la jornada laboral según la demanda.

  • Digitalización de registros laborales y simplificación de trámites administrativos.

  • Fondos de cese laboral como alternativa al sistema tradicional de indemnización.

  • Posibilidad de fraccionar vacaciones y pagar parte del salario con vales o “tickets canasta”.

  • Revisión de la ultraactividad de los convenios colectivos, para forzar su actualización periódica.

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, impulsa además un esquema de “salarios dinámicos”, que permitiría negociar incrementos variables según la situación de cada empresa. “Queremos un sistema más justo, donde se premie el mérito sin poner en riesgo la estabilidad laboral”, explicó.

Resistencia sindical y alerta de la CGT

Desde la CGT, que participa en el Consejo de Mayo a través del líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, rechazaron de plano cualquier intento de reinstalar medidas del DNU 70. “Una reforma inspirada en ese decreto es inaceptable. La CGT no va a acompañar cambios que vulneren derechos básicos”, advirtieron.

Los gremios temen que el Gobierno avance unilateralmente, debilitando las paritarias y restando poder a los sindicatos. Entre los puntos más cuestionados figuran la posibilidad de negociaciones individuales, la limitación de juicios laborales, la reducción de tasas de interés en sentencias y la ampliación del período de prueba.

El rol de los empresarios y la visión del Gobierno

El oficialismo insiste en que la reforma no busca quitar derechos, sino “modernizar un régimen obsoleto de más de 70 años”. Según Federico Sturzenegger, ministro a cargo de la redacción de varias reformas estructurales, “el objetivo es incentivar la contratación formal, atraer inversiones y aumentar la competitividad”.

El presidente de la UIA, Martín Rapallini, expresó su apoyo a la iniciativa: “Actualizar la normativa laboral es clave para que las empresas argentinas puedan competir y generar empleo formal”.

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En cambio, la CGT sostiene que la formalización no puede basarse en la precarización, y advierte sobre un posible avance del Ejecutivo sin consenso sindical.

Próximos pasos

El borrador oficial de la reforma laboral será presentado el 15 de diciembre. A partir de allí, se abrirá una instancia de debate entre el Gobierno, los gremios y los sectores empresariales. En la Casa Rosada confían en lograr un equilibrio entre productividad y derechos laborales, aunque reconocen que el desafío será enorme.

“Hace cincuenta años que estamos en el mismo sistema. Creemos que es momento de cambiar”, afirmó Sturzenegger.
Mientras tanto, la CGT se prepara para dar la batalla política y judicial si la reforma avanza sin consenso.

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