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Los parques talibanes eran uno de los últimos espacios de libertad
Los parques talibanes de Kabul, eran los últimos espacios de libertad.
El Gobierno afgano prohibió a las mujeres afganas acceder a los parques y jardines de Kabul.
Parque talibán – foto de internet
Las nuevas medidas del movimiento islamista talibán
Eran uno de los últimos espacios de libertad que tenían ante las severas restricciones impuestas por el movimiento desde su regreso al poder en Afganistán.
A principios de semana, los pidieron a los responsables de parques y jardines que cerraran sus puertas a las mujeres.
Se instaló días y horarios diferenciados para que hombres y mujeres no se cruzaran en los espacios, pero manifestaron del Ministerio de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio que:
«En numerosos lugares las reglas fueron violadas».
«Había mezcla. El velo que cubre la cabeza y el cuello no se respetaba. Por tal motivo se tomó esta decisión», añadió el vocero, Mohammad Akif Sadeq Mohajir.
Sentada en un restaurante de Kabul con vistas a un parque de la ciudad, Wahida observa a sus niños jugar a través del cristal, pero no puede acompañarlos.
«No hay escuela, no hay trabajo, deberíamos tener al menos un lugar donde entretenernos», dice a la AFP la madre, contrariada después de que le negaran la entrada al parque.
Los talibanes reimpusieron una interpretación fundamentalista del islam.
Desde el regreso al poder en agosto de 2021 – tras 20 años de guerra – y la retirada de las tropas estadounidenses.
Las autoridades recortaron las libertades de las mujeres: están obligadas a llevar velo integral, no acceden a la educación secundaria y tienen prohibido viajar solas fuera de su localidad.
Bajo el gobierno talibán se produjo un brusco retroceso en los pocos avances logrados con respecto a los derechos de las mujeres.
Los talibanes recortaron sustancialmente los derechos a la libertad de reunión y de expresión. El acceso a la salud, gravemente comprometido por la pandemia, se ve agravado aún más por la suspensión de la ayuda internacional.
Información complementaria
El conflicto de Afganistán dio un giro con la retirada de todas las tropas internacionales, la caída del gobierno y la toma del país por los talibanes.
El 14 de abril, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la retirada de las tropas estadounidenses que quedaban en Afganistán antes del 11 de septiembre. La ofensiva militar talibán barrió las provincias y llegó a la capital, Kabul, el 15 de agosto. Provocó la caída del gobierno y la huida del país del presidente, Ashraf Ghani. A principios de septiembre, los talibanes anunciaron un gobierno provisional.
La retirada definitiva de las tropas de Estados Unidos y la OTAN, que terminó el 31 de agosto, ante los avances de los talibanes, estuvo acompañada de una operación de evacuación.
Desde el aeropuerto de Kabul, se evacuó a unas 123.000 personas.
La situación humanitaria se deterioró aún más, durante la segunda mitad del año a causa del conflicto: La sequía, la pandemia de COVID-19 y la crisis económica por la suspensión de la ayuda extranjera, la congelación de activos públicos y las sanciones internacionales impuestas a los talibanes. En diciembre, la ONU advirtió de que aproximadamente 23 millones de personas sufrían inseguridad alimentaria grave y hambre, incluidos más de tres millones de niños y niñas, que corrían peligro de muerte por malnutrición severa.
La toma del poder por parte de los talibanes provocó un aumento en el número de refugiados afganos en países vecinos.
Miles de afganos desesperados llegaron por tierra a Pakistán e Irán, antes de que el país cerrara sus fronteras. Continuó abierto el paso fronterizo de Torkham para quienes estaban en condiciones de hacerlo.
En noviembre, el Consejo Noruego para los Refugiados comunicó que entre 4.000 y 5.000 afganos cruzaron a diario la frontera con Irán.
El derecho de la población afgana a pedir asilo en distintos países se vio amenazado por las restricciones impuestas para salir del país. Obstáculos insuperables para conseguir pasaportes y visados. Los vecinos cruzaron la frontera con irregulares para viajar, recurriendo a traficantes y exponiéndose así a sufrir más abusos contra sus derechos humanos.