Ciencia y Tecnología
Descubren criatura marina única cerca de la Antártida: una estrella de mar con 20 brazos
La estrella de pluma antártica, bautizada como Promachocrinus fragarius, se caracteriza por tener hasta 20 brazos
Científicos que investigaban las aguas cercanas a la Antártida se sorprendieron al descubrir una nueva especie de criatura marina con una apariencia inusual.
La estrella de pluma antártica, bautizada como Promachocrinus fragarius, se caracteriza por tener hasta 20 brazos que pueden medir hasta 20 centímetros de largo. Su apariencia la llegaron a comparar por los pequeños bultos en la parte superior de sus brazos con fresas o frutillas.
El Profesor Greg Rouse, experto en biología marina del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, coautor del estudio junto a Emily McLaughlin y Nerid Wilson, describió a esta nueva especie como una «criatura marina con 20 brazos», algunos de los cuales son irregulares y otros plumosos. Estas estrellas de mar habitan en profundidades que van desde los 60 hasta los 3.840 metros.
Los cirros en el cuerpo de la estrella son donde normalmente se encontrarían las cuerdas más pequeñas con forma de tentáculo, llamados cirros, que sobresalen de la base. Sin embargo, estos al ser removidos se mostraron los puntos de unión, creando la apariencia de pequeñas fresas en la parte superior de cada brazo. Estos cirros tienen pequeñas garras en sus extremos que les permiten aferrarse al fondo marino.
, que incluye estrellas de mar, erizos de mar, dólares de arena y pepinos de mar. Su nombre fragarius se deriva de la palabra latina «fragum», que significa fresa.
Este hallazgo introdujo una nueva especie a la lista de estrellas de plumas antárticas
Los científicos también reconsideran otras especies que se descubrieron con anterioridad. En total, se identificaron cuatro nuevas especies que podrían pertenecer al grupo de estrellas de plumas antárticas. Con este descubrimiento, los investigadores podrían incluir ocho especies bajo esta categoría.
Este tipo de descubrimientos en el océano, aunque no raros, requieren un extenso trabajo de identificación. El proceso puede ser arduo debido a las complejidades de las diferencias entre las especies. Según Rouse, su laboratorio nombra entre 10 y 15 especies nuevas al año, pero el desafío radica en el minucioso proceso de identificación.
Este nuevo hallazgo resalta la diversidad sorprendente que aún queda por descubrir en los océanos del mundo y cómo estas especies únicas siguen desafiando nuestras percepciones del reino marino.