Ciencia y Tecnología
Asteroide 2024 YR4: aumentan las probabilidades de impacto en 2032
Las agencias espaciales han elevado la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, la probabilidad de colisión ha aumentado al 2,3%, mientras que la Agencia Espacial Europea (ESA) la sitúa en 2,27%. Aunque la posibilidad de que pase de largo sigue siendo cercana al 98%, el asteroide encabeza actualmente la lista de objetos que representan algún nivel de riesgo para el planeta.
Características del asteroide
Al asteroide 2024 YR4 lo descubrieron en diciembre de 2024 los astrónomos del observatorio ATLAS en Chile. Su diámetro estimado varía entre 40 y 100 metros, una dimensión similar al asteroide que causó la explosión de Tunguska en 1908. Debido a su tamaño, aunque no representaría una amenaza global, sí podría generar una destrucción significativa en caso de impactar sobre una zona poblada.
El asteroide ha sido clasificado con un nivel 3 en la Escala de Turín, que mide la peligrosidad de los objetos cercanos a la Tierra del 0 al 10. Este nivel indica que se trata de un objeto que merece la atención de la comunidad científica y ha generado una intensa actividad de monitoreo.
Trayectoria e incertidumbre
El Asteroide 2024 YR4 sigue una órbita elíptica alrededor del Sol y actualmente se aleja de la Tierra, lo que dificulta precisar su trayectoria exacta en el futuro. Se espera que desaparezca de la vista en abril de 2025, pero volverá a ser observable en diciembre de 2028, cuando pasará a 8 millones de kilómetros del planeta. En ese momento, los astrónomos recopilarán nuevos datos para mejorar las proyecciones sobre su posible impacto en 2032.
Según los cálculos actuales, en la remota posibilidad de impacto, este se produciría a lo largo de un corredor que incluye el océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el Atlántico, África, el mar Arábigo y el sur de Asia. Sin embargo, la ESA ha advertido que estos valores podrían evolucionar en los próximos meses y años.
Posibles consecuencias de un impacto
- Si el asteroide ingresara en la atmósfera terrestre, el daño dependería de su composición y del ángulo de entrada.
- Si trata de un aglomerado de rocas, es probable que explote en la atmósfera, generando una onda expansiva similar al evento de Tunguska, que arrasó más de 2.000 kilómetros cuadrados de bosque en Siberia.
- Si es un cuerpo metálico, podría llegar intacto a la superficie y formar un cráter de impacto de más de un kilómetro de diámetro, como el Meteor Crater en Arizona.
Medidas de mitigación y seguimiento
Ante este tipo de amenazas, la comunidad científica cuenta con herramientas para mitigar el riesgo. En 2022, la NASA llevó a cabo la misión DART, que logró desviar la trayectoria de un asteroide mediante el impacto de una nave. En caso de confirmarse un riesgo real con el 2024 YR4, una misión similar podría ser una opción viable para evitar una colisión.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales de Naciones Unidas han comenzado a monitorear de cerca el 2024 YR4. Aunque por el momento no se ha recomendado ninguna acción, se espera que continúen evaluando su evolución y estudien posibles estrategias de desvío si fuera necesario.
Por ahora, la probabilidad de impacto sigue siendo baja y es posible que con nuevas observaciones los cálculos se ajusten a la baja, como ha sucedido en casos anteriores. Sin embargo, el monitoreo constante de estos cuerpos es clave para anticiparse a cualquier eventualidad y garantizar la seguridad del planeta.