Salud y Bienestar

El arte de escuchar: cuando hablar de más se convierte en un problema

¿Por qué algunas personas interrumpen siempre al hablar? Explicaciones desde la psicología

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Participar en una conversación no es solo cuestión de hablar, el arte de escuchar: también implica saber escuchar y respetar los turnos. Sin embargo, hay personas que interrumpen constantemente, lo que puede dificultar la comunicación y generar malestar en los demás. Esta conducta, aunque a menudo se considera una falta de respeto, tiene detrás posibles explicaciones psicológicas.

El entusiasmo puede jugar una mala pasada

En ocasiones, interrumpir no nace de la mala intención, sino del deseo genuino de participar activamente en el intercambio. Cuando el tema es de mucho interés o despierta emociones intensas, algunas personas sienten la urgencia de aportar su punto de vista antes de olvidarlo o perder el hilo. Esta necesidad de intervenir puede ser percibida como una muestra de entusiasmo, más que de desconsideración.

Impulsividad: una dificultad para frenar a tiempo

Otra causa habitual es la dificultad para controlar los impulsos. Personas con un estilo más impulsivo, o con condiciones como el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), pueden interrumpir sin querer. Su pensamiento va tan rápido que hablar en el momento se vuelve casi una necesidad. No se trata de una decisión consciente, sino de un reflejo de su funcionamiento mental.

Estrés y ansiedad: enemigos del diálogo pausado

La ansiedad también puede llevar a interrumpir. Cuando la mente está sobrecargada o va más rápido de lo habitual, hay menos tolerancia al silencio y más apuro por intervenir. El miedo a olvidar lo que se quiere decir o a no ser escuchado genera una presión que empuja a hablar fuera de turno. En estos casos, interrumpir es una forma de liberar tensión más que de imponer una idea.

Personalidades extrovertidas y estilos de comunicación

Las personas extrovertidas suelen tener un estilo comunicativo más efusivo. Para ellas, interrumpir no siempre es una falta de respeto: puede ser simplemente una manera de mostrar interés o entusiasmo. En ciertos contextos o culturas, incluso, estas interrupciones se interpretan como participación activa y se ven con buenos ojos. Pero fuera de esos entornos, pueden generar conflictos o malentendidos. El arte de escuchar es dificl pero no imposible.

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